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Foto del escritorHarold Alva / Sol Pozzi-Escot

Willy Ramírez: "Debemos poner más énfasis a los temas académicos e intelectuales"

ContraPoder (Diario Expreso) - 17/03/2024


Willy Ramírez Chávarry es un destacado académico y profesional del Derecho y la Educación con una formación multidisciplinaria. Es Bachiller y Abogado por la Universidad de San Martín de Porres, posee dos títulos en Educación y Gestión de la Educación por la Universidad Alas Peruanas, además de un MBA por la misma universidad. Amplió su formación con dos Másteres en eLearning y en Gerencia Pública en España, y culminó su preparación académica con un Doctorado en Derecho y un Ph.D. in Business Administration en EE.UU. Su trayectoria como docente abarca importantes instituciones en Perú, incluyendo la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y la Universidad de San Martín de Porres, además de ser docente de posgrado en varias universidades.



Cada vez que estamos a puertas de una elección, se señala al JNE como el culpable de todos nuestros padecimientos. Y se dice que urge una reforma electoral: ¿Es responsabilidad del JNE la reforma electoral? 


La reforma electoral siempre se inicia en el Congreso de la República. El JNE puede dar aportes y sugerencias desde su experiencia jurisdiccional, pero no es el responsable principal. Asimismo, debemos señalar que, desde hace más de una década, se viene impulsando el Código Electoral sin éxito alguno ante el Poder Legislativo, el cual prefiere modificar o reformar parcialmente las normas electorales. No olvidemos que, con la promulgación de la Constitución de 1993, el Jurado Nacional de Elecciones fue dividido en tres organismos distintos, formando así lo que actualmente se conoce como el Sistema Electoral. Mi posición es que la responsabilidad no es del JNE, nuestra función principal es de administrar justicia en materia electoral, así como contribuir desde nuestra experiencia en los procesos electorales. El JNE, como institución, siempre estará dispuesto a cooperar con sugerencias que eduquen y ayuden a formar una cultura electoral sólida y democrática en el Perú. 


El gobierno promulgó recientemente la ley que elimina las elecciones primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias. ¿En aras del fortalecimiento de la democracia, es acertada esa eliminación?


De acuerdo a mi humilde opinión, resulta apresurada y no acertada; esta iniciativa, a pesar de que el Sistema Electoral mostró desde un primer momento su disconformidad, tuvo luz verde en el Congreso. Las “primarias” brindan mayor control a los partidos políticos al momento de elegir a sus representantes; el simple hecho de no estar obligados a elegir en este tipo de “pre-selección”, afecta a la participación ciudadana, fundamento de toda democracia; la población, ahora, votará por las agrupaciones y no por los candidatos que considera que deberían pasar a los comicios finales. Las elecciones primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias permitían listas más participativas y de menor cantidad de partidos en una votación final; sólo podían ser parte de los comicios los que pasaban la valla de 1.5 % de respaldo, además de darnos una mejor conformación de la lista; con ello, podrían participar o intervenir militantes que tenían mayor cercanía con la población o miembros activos del partido que no necesariamente tenían el dinero que -a veces- hay que desembolsar para una lista electoral o etc.; este mecanismo nos daba listas que se conformasen con las opciones que la ciudadanía iba respaldando; esta modalidad está más alineada a la cultura electoral democrática. La democracia cuesta, las elecciones cuestan y justamente era una de las tareas del Poder Ejecutivo, responder precisamente a los requerimientos de presupuesto que puedan formular los organismos del sistema electoral”.


Otras de las medidas del sistema electoral a la que se enfrentan los partidos políticos es la valla electoral. ¿Se debe eliminar la aplicación de la valla electoral o cómo debería reformularse ese mecanismo?


La valla electoral es un requisito que se exige a las agrupaciones políticas para que sus candidatos logren integrar el Congreso de la República con una cantidad considerable de representantes; esta herramienta se aplica en dos dimensiones: la vigencia de la inscripción y la cifra repartidora; su alcance está establecido en la Ley N° 26859, Ley Orgánica de Elecciones, la que precisa que todo partido debe obtener el 5% de los votos válidos a nivel nacional, en el caso de alianzas electorales el 6%, y lograr al menos 6 escaños en el Congreso.  Desde mi punto de vista, la valla electoral es una condición que establece nuestra ley electoral para evitar la fragmentación de los grupos parlamentarios en el Congreso de la República; de la misma manera resalta la necesidad de este mecanismo electoral para garantizar un parlamento lo menos fraccionado posible, con mayores posibilidades de organizarse y llegar a acuerdos que favorezcan al bien común. Un partido que no pase la valla no solo no tendrá la opción de formar parte del Congreso de la República, sino que perderá su inscripción electoral; “el partido político deja de existir como tal y resulta impedido de participar en las elecciones generales, regionales o municipales que se convoquen”; tenemos la obligación moral de detenernos a evaluar seriamente nuestro voto, a fin de que los resultados de las próximas elecciones signifiquen un beneficioso punto de inflexión a favor de la democracia y el desarrollo del país.



¿Qué errores del sistema electoral, considero que deben corregirse?


Desde mi punto de vista neutral, encuentro algunos vacíos dentro del sistema electoral peruano, como la falta de capacitación a los servidores públicos con el objetivo de especializarlos en temas de justicia electoral, brindándoles las herramientas y recursos para que puedan desempeñarse de manera proactiva y eficaz dentro de la institución. Asimismo, la temporalidad de los Jurados Electorales Especiales, los cuales son órganos creados para cada proceso electoral, lo que no permite afianzar a jueces electorales ni mucho menos al personal a que conozca la materia, muchas veces aprenden cuando están sobre la marcha o finalizando el proceso. Finalmente, esta falta de especialización genera pluralidad de posiciones sobre un mismo hecho o tema, lo cual claramente, es consecuencia de la falta de capacitación de nuestros funcionarios, es por ello que debemos poner más énfasis a los temas académicos e intelectuales.


¿Por qué decidió dedicarse al Derecho, específicamente al Derecho Electoral?


La decisión de dedicarme al Derecho y, específicamente, al Derecho Electoral, obedece del amplio interés académico y mi compromiso con los principios democráticos y la gobernabilidad. Como Magistrado del Jurado Nacional de Elecciones, elegido por el Colegio de Abogados de Lima, mi inclinación hacia el Derecho Electoral ha sido impulsada por un deseo de contribuir al fortalecimiento de las instituciones democráticas en el Perú, asegurando la equidad, transparencia y justicia en los procesos electorales. El Derecho Electoral no solo me permite aplicar mis conocimientos en Derecho, sino también integrar mis intereses en la filosofía, ciencia política, gobernabilidad y educación, hacia la promoción de un sistema electoral robusto y confiable. Mi trayectoria académica y profesional sugiere un compromiso con la excelencia y la mejora continua de las prácticas democráticas, aspectos fundamentales en el ámbito del Derecho Electoral.


¿Qué libro está leyendo Willy Ramírez?


Justamente, acabo de culminar la trilogía de Yuval Noah Harari, la misma que ofrece una exploración profunda de la humanidad, desde nuestros orígenes hasta las posibles direcciones futuras: 1) "Sapiens: De animales a dioses" traza la evolución de Homo sapiens desde seres insignificantes hasta dominadores del mundo, destacando cómo las revoluciones cognitiva, agrícola e industrial cambiaron nuestra existencia; 2) "Homo Deus: Breve historia del mañana" se proyecta hacia el futuro, especulando sobre los caminos que podría tomar la humanidad con el avance de la tecnología, planteando la posibilidad de que nos convirtamos en seres divinos (o 'Homo Deus'), con capacidades ampliadas más allá de lo natural; y, 3) "21 lecciones para el siglo XXI" aborda los desafíos contemporáneos, desde el nacionalismo y la religión hasta la tecnología y la desinformación, ofreciendo perspectivas sobre cómo navegar estos complejos tiempos. Cada obra comparte una visión del pasado, presente y posible futuro de nuestra especie, invitando a la reflexión sobre nuestra identidad, valores y el camino a seguir




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