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  • Foto del escritorHarold Alva

Victoria Sur : "Canto para llevar esperanza y alegría a la gente"

06/02/2022 - ContraPoder (Diario Expreso)


Victoria Sur nació en el Quindío, la zona cafetera de Colombia, un espacio dado para la creación, para aprehender el sonido de la montaña y devolverlo en música. Por eso canta, por eso compone con la vitalidad de una intérprete del bosque, de una cantora silvestre cuyas partituras son capaces de conmover el oído más exigente. Múltiple en sus ritmos, pero dueña de un estilo que la torna inconfundible, sobre sus referentes, la crisis social, sus lecturas, y la apuesta por la identidad, conversamos en la siguiente entrevista.




“El canto vuela con sus alas, armonía y eternidad”, decía Rubén Darío. ¿Cuándo fue la primera vez que tuviste conciencia que lo tuyo es volar, es decir, cantar, pero sobre todo capturar o libertar la armonía, como si haciéndolo afirmaras esa apuesta por la eternidad a la que se refería el cisne?

De pequeña era una niña tímida, intuitiva, perceptiva y me gustaba observar la naturaleza, las plantas, las montañas, los pájaros. En ese sonido encontraba música y luego con el viento empezaba a improvisar sonidos. En principio era eso, sólo sonidos. Las letras aparecieron mucho después. Mi conexión con la música empieza por una melodía que me captura, que me lleva en su vuelo, luego, aterrizo en sus líricas para expandir el lenguaje y cuando aparece el ritmo es como si llegara a la fuente, a la tierra. Para mí cantar en principio fue eso, como bien dices, volar, con mi imaginación, con mis sensaciones, con mis preguntas de niña asombrada. Cuando empecé a cantar en grupos musicales de mi colegio en Armenia, sentí que había en el canto un prodigio, y era la posibilidad de ser canción, de ser ave, de ser emociones. Sentí una libertad que me hizo entender que mi vocación era la música.

De “Bambuco Ácido” a “Nanas consentidoras”, desde esa aprehensión de lo colectivo hasta la subjetividad de entregar un álbum tan íntimo, pasando por “Colección de mundos”, “Belleza Silvestre” y “Hasta un nuevo sol” ¿cuánto ayuda tener el dominio sobre tus temas? ¿qué elementos influyen a la hora de crear para estructurar una canción? ¿Tienes la visión del disco antes de empezar con su composición o las canciones van construyéndose al ritmo del contexto o tus estados de ánimo?

Siempre he sido muy intuitiva y me ha gustado percibir, intuir, observar el momento. El mío, el de mi país, el de mi contexto, estar atenta con los sentidos plenos y dispuestos. Esa hipermeabilidad me da paso a ir descubriendo en el camino y en el día a día cuál debe ser la ruta cuando me enfrento a un nuevo proyecto musical. Normalmente no tengo una estructura como tal, empiezo con una idea, voy configurando las canciones y durante el proceso voy descubriendo el aroma, el tono y el concepto del disco. Quizá si hubo un álbum que fue concebido desde el principio con una claridad, y fue “Tu continente”, en el que quise hacer un homenaje a mujeres compositoras de Latinoamérica, aquellas que dejaron un legado a través de la canción popular y que trascendieron. En este recorrido, descubrí canciones, historias y mujeres fantásticas como Chabuca Granda, Violeta Parra, Consuelo Velásquez, Eladia Blázquez, Matilde Cazasola, Zully Murillo, que me hicieron pensar en que todas ellas fueron mujeres revolucionarias para su época. Eso me atrapó y de ahí surgió ese álbum. Con el de “Nanas” fue un impulso personal, casi íntimo, de llevar mi experiencia maternal y afectiva con mis hijos al disco. Así surgió “Nanas Consentidoras”, como una fotografía musical, emocional de mi relación con mis hijos Valentina y Sebastián.




El país de los imposibles es un himno para cualquiera de nuestras naciones, aún con las referencias a García Márquez y la guerra de los mil días, la necesidad de esa semilla de libertad hace de tu canción un motivo para creer, para apostar por lo imposible ¿Cuánto te ha marcado la crisis social, esa crisis que no es exclusiva de Colombia?

Yo siento que nuestras naciones han tenido una historia en común, de pobreza, de violencia desbocada, de injusticia y desigualdad. Colombia ha sido particularmente un país tejido desde el nervio oscuro de la violencia, no hemos tenido una época en Colombia en que realmente sintamos que la Paz se esté construyendo y cuando la tuvimos cerca, que fue en el plebiscito del 2016, Colombia votó en su mayoría NO por la firma de la implementación de los acuerdos de Paz con las FARC, que al menos hubiera dado luces para empezar a construir un camino hacia la Paz. Esa fue una terrible decepción que opacó el ánimo y las esperanzas del país, de quienes sí creíamos en una oportunidad. Esto reafirmó nuestro dolor colectivo, nuestra conciencia colectiva. Ese día, me senté a componer y en cuestión de dos horas ya tenía la canción: “El país de los imposibles”, pensando en que, si bien Colombia ha sido un país azotado cruelmente por la violencia, es un país que le debe a su historia una oportunidad, al menos una, para reconstruirse, para sanar, para recuperarse. Creo en los espacios que generen reflexión, creo en los espacios para La Verdad, para reconocernos, escucharnos, creo en el arte como herramienta para acompañar, para construir, para reflexionar y para mantener la llama encendida de la esperanza.

¿Por qué es importante la presencia de cantautores y cantautoras en un momento cuando la sensación que tenemos sobre el mundo es la de estar asistiendo a un proceso de descomposición? ¿Por qué canta Victoria Sur?

Canto porque es mi lenguaje, es la manera de expresar al mundo mis anhelos y también mis miedos. Canto porque soy consciente de que como artista tengo una misión: cantar las emociones humanas y ayudar de alguna manera a sanar el mundo, a sanarnos a nosotros mismos. La palabra y la música tienen un poder, una energía cósmica que viaja, que llega a las conciencias, a los corazones. Por eso cuido cada palabra, cada canción, cada mensaje. Canto para encender mi propio fuego, para mantener el espíritu vivo, despierto, anhelante y para llevar esperanza, reflexión y alegría a la gente.

¿Qué le ha dado Chabuca Granda a tu obra? Siento que tienes una conexión especial con los aportes de nuestra música, has interpretado, con nuestra querida Susana Baca, un maravilloso poema que confirma tu vocación por lo social, acabas de grabar un tema dedicado a Chabuca ¿qué tiene el Perú para tu canto?

La música de Chabuca tiene un encanto especial para mí. Me recuerda mi fuente musical, me suena a río, a montaña, pero con un aire afro que me hace palpitar, ese ritmo afroperuano, siento que atraviesa mi espíritu musical de la montaña y le da un alma telúrica. El cajón peruano y las guitarras peruanas me conmueven, hay una especie de sincretismo cultural allí que me hace pensar que hay un mestizaje del que estamos hechos todos los latinoamericanos. Por otra parte, la poesía de Chabuca y su capacidad descriptiva y narrativa me parece asombrosa. Me llama la atención cómo Chabuca da vida a los lugares y los vuelve no sólo suyos, los vuelve nuestros, entrañables, casi como si hubiéramos crecido allí, con ellos cerca; por ejemplo, “El puente de los suspiros”. O como cuando describe con acervo literario y maestría a José Antonio. Todo eso me atrapa de Chabuca Granda. Es una de mis grandes influencias.

El año pasado cerraste con un concierto en el balcón de la municipalidad de Miraflores la Feria Internacional del Libro del Bicentenario y ahora retornas para realizar una gira por varias ciudades de nuestro país ¿cuáles son tus expectativas?

Mis expectativas siempre son conectar, abrir caminos, ampliar los escenarios y los públicos, pero ante todo eso, conectar con la gente, acercarme a nuevos territorios y llevarles mi música, mi lenguaje, mi mensaje. Estoy muy emocionada con esta oportunidad y debo agradecer en este punto a Estación Central, Nó.Made, a la Municipalidad de Piura y la Municipalidad de Lima quienes se han encargado de coordinar todo y de crear los espacios para que esta gira sea posible. Pero además la oportunidad de compartir con artistas de Perú en los diferentes escenarios me tiene con gran ilusión: estar con Lalá, Luz María Carriquiry, Ernesto Hermoza a quienes ya he tenido la fortuna de conocer y a quienes admiro, y la oportunidad de compartir con otros artistas que aún no conozco pero que anhelo conocer pronto como: Paula de Milo, Mili Vega, Beto de Arancibia, Álvaro Sovero, Gisella Giurfa y Consuelo Jerí. Es muy emocionante. Además, como tema adicional, haré el lanzamiento de “Chabuca es”, una canción que escribí en homenaje a Chabuca y que acabo de terminar de grabar. En esta gira será el estreno.

Sé que escribes poesía ¿nos sorprenderás algún día con un poemario? ¿A qué libros retornas?

Me encanta la poesía, he empezado un ejercicio constante en los últimos tiempos y ha sido hermoso descubrir ese río precioso de las metáforas, de la rima, de los hallazgos poéticos ¿Un poemario? sería un sueño, la verdad no me lo he planteado aún, pero es una linda idea. Siempre retorno a la poesía de Ana Blandiana, de Carmelina Soto, de Carilda Oliver, de Carlos Castro Saavedra, pero también me gusta recurrir a los clásicos, a Neruda, a Miguel Hernández, a Federico García Lorca.





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