El ex presidente Donald Trump se presentó ante la justicia en Washington D.C. luego de que el Departamento de Justicia de Biden pidiera su arresto. Se le acusa de socavar la democracia estadounidense al intentar revertir los resultados de la elección del 2020, lo que constituye una demanda sin precedentes en la historia del país.
Trump se declaró inocente de los cargos y sus abogados negociaron una fecha para el inicio del juicio. Es la tercera vez que es procesado por una denuncia presentada por un fiscal designado por Joe Biden.
En su declaración, Trump expresó que esto representa una persecución política y que nunca debió haber ocurrido en Estados Unidos. Criticó la actuación del Partido Demócrata, que emplea tácticas similares a las de los dictadores comunistas en Latinoamérica para mantenerse en el poder.
La jueza a cargo del proceso es Moxila Upadhyaya, designada por Joe Biden, y el juicio será supervisado por la jueza Tanya Chutkan, ambas ultra-demócratas. Además, el juicio se llevará a cabo en Washington D.C., donde la población tiene una inclinación política izquierdista y un alto porcentaje votó por Biden en la última elección.
Las acusaciones presentadas contra Trump incluyen conspiración para defraudar a Estados Unidos, conspiración para obstruir un procedimiento oficial, obstrucción e intento de obstruir un procedimiento oficial y conspiración contra los derechos.
Trump considera que se trata de un tribunal amañado y una farsa levantada por la Casa Blanca para evitar que se presente a las elecciones. La máxima condena por todas las denuncias sumaría 641 años de prisión.
El ex presidente fue liberado bajo condiciones mínimas, lo que le permite viajar, hacer campaña y hablar del juicio, pero no comunicarse con posibles testigos a menos que sea a través de un abogado.
La situación ha generado controversia y críticas hacia la administración de Biden, acusada de utilizar tácticas para perseguir políticamente a Trump. La audiencia fue breve y la prensa no logró el circo que había planificado.
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