“Jazmines en el pelo y rosas en la cara/ airosa caminaba la flor de la canela, / derramaba lisura y a su paso dejaba/ aroma de mixtura que en el pecho llevaba;/ del puente a la alameda/ menudo pie la lleva/ por la vereda que se estremece/ al ritmo de su cadera, / recogía la risa de la brisa del río/ y al viento la lanzaba del puente a la alameda”, es la estrofa más conocida de María Isabel Granda y Larco, nuestra eterna Chabuca Granda, la cotabambina limeña, la más limeña de todas las limeñas: la peruana de Lima. Por eso ahora que “la ciudad de los balcones”, “perla del pacífico”, y “tres veces coronada villa”, cumple 490 años de fundación, la celebramos escuchando a quien mejor la conoció, a la única que se atrevió a caminar su historia, cantándola. Escribiéndole con la emoción de la primera palabra, del primer contacto con la creación.
SUSANA Y CHABUCA
Esto lo tiene claro Susana Roca Rey, la promotora musical más importante del legado de Chabuca Granda, quien se propuso producir el proyecto “Antología de Chabuca” cuando llegó a sus manos “Cantarureando canterurías”, libro en homenaje a los cien años del nacimiento de la autora de “José Antonio”. Conmovida con los poemas que leyó en sus páginas, decidió entregarles vida con la música y así empezó con “A Chabuca”, luego “A Chabuca II”, con Mabela Martínez; “Chabuca íntima”, el 2023, y en diciembre pasado “Villancicos de Chabuca”; cuatro discos con la participación de músicos brillantes que nos han retornado a esa mujer, sin edad, a quien no podemos evitar tararear cuando escuchamos.
“Para mí es un privilegio haberme sentado en su mesa, haber comido con ella, haber ido a la playa con ella. Entonces quizá no era muy consciente de todo eso, pero ahora me doy cuenta de que fue un privilegio haber estado cerca de ella, haberla visto cantar, y el entorno, los poetas, haber conocido a Juan Gonzalo Rose, a César Calvo”, manifestó Roca Rey en entrevista con Maribel De Paz; el mismo privilegio que seguro sintió Rubén Blades, Ana Belén, Joaquín Sabina, Jorge Drexler, Pasión Vega o Pedro Guerra, cuando la interpretaron.
CHABUCA ÍNTIMA
“Si uno no supiera que estas letras pertenecen a Chabuca Granda quizá podríamos pensar, con justa razón, que estas canciones tienen un indudable sentido contemporáneo. Sin embargo, quisiera decir, a legos y profanos, que un clásico se caracteriza por hablar para todos los tiempos”, apunta el poeta Alonso Rabí Do Carmo en el prólogo a “Chabuca íntima”. Efectivamente, aquellas letras que permanecieron inéditas durante décadas, encontraron a su maga para la acción en Roca Rey y a su duende para la música en Julio Caipo quien, con Alfredo Muro, Víctor Miranda, Ernesto Hermoza, Antonio Carmona, José Luis Madueño, Sergio Valdeos, Víctor Meléndez, Sole Giménez, Omar Camino, Fernando Turco y Lourdes Carhuas, pusieron el nervio para que las interpretaran los cantantes convocados por Susana. Escuchar “Chabuca íntima” es tocar el corazón de Chabuca.
VILLANCICOS DE CHABUCA
“Es un honor poder aportar a nuestra cultura, todo esto lo hago con mucha convicción y amor por lo nuestro, tenemos tanto por mostrar aún”, me escribió Susana Roca Rey en un mensaje. Esa convicción fue la que en diciembre nos entregó uno de los más bellos obsequios para nuestras navidades: “Villancicos de Chabuca”, seis piezas de arte, cuatro que permanecían inéditas y una que ya había sido cantada, renacida ahora en la voz de Daniela Darcourt, “Quietud” con mi querida Elsa María Elejalde, la voz vibrante de nuestra música quien la enaltece como una de sus mayores exponentes; “Se llamará Jesús” y “Niño Dios, niño Jesús”, en las voces de Victoria Sur y Marta Gómez, dos cantautoras colombianas nominadas al Grammy Latino que cuentan en su discografía con música para niños; “Y dormía yo” en la voz de Mónica Gastelumendi y “Ronda de la nieve cálida”, villancico que reunió a Lourdes Carhuas y Larissa Sánchez, madre e hija, en una conmovedora obra que emociona. Seis villancicos gracias al ímpetu de Susana y a la producción musical del maestro Ernesto Hermoza.
CELEBREMOS LA CIUDAD, ESCUCHÁNDOLA
Escucharla hoy, caminar con sus letras, con ese ritmo que lidia con el tiempo, es sentir Lima en los ojos de aquella mujer que camina por el viejo puente, el río y la alameda. Celebremos estos 490 años con Chabuca íntima y limeña. Cantemos con ella: “Así es la Lima que quiero y esta es la Lima que lloro, / la ciudad de mil quimeras, la del trapío que añoro”.
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