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Foto del escritorPiero Gayozzo

Singapur: la Nación Inteligente

Singapur es una ciudad-estado ubicada en el extremo sur de la península de Malasia. Fue una colonia británica desde el siglo XIX hasta el año 1959 en que consiguió la autonomía suficiente para abordar asuntos internos por su propia cuenta. En 1963 se unió a la Federación de Malasia junto a Malaya, Brune y otros territorios, pero las diferencias entre el gobierno de Singapur y el gobierno central malayo devinieron en conflicto y finalmente la expulsión de Singapur de la Federación en 1965. Desde ese año Singapur es una República independiente y gracias a la visión y al esfuerzo de Lee Kuan Yew, quien fuera su primer ministro por 31 años, de su organización corporativista y de sus autoridades posteriores, el país se ha convertido en uno de los más modernos, prósperos y desarrollados del mundo.



Al día de hoy en Singapur se vive un verdadero tránsito hacia la convivencia digital. Los esfuerzos por integrar tecnologías de la información en el servicio público datan de los años 80, específicamente de 1986 en que se oficializó el Plan Nacional de Tecnologías de la Información. Desde entonces, las diferentes políticas públicas implementadas han hecho del país un paraíso digital en el que casi el 99% de los trámites gubernamentales se hacen digitalmente. Además, la gran variedad de servicios integrados que cubren desde Smart Urban Living, seguridad informática, cuidado sanitario para el adulto mayor, vehículos autónomo y plataformas para empresas y actividades financieras, le han significado la obtención del quinto puesto en el Índice de Smart Cities del año 2024 publicado por el International Institute for Management Development de Suiza.

La política general de Estado digital lanzada por Singapur describe al país como una Nación Inteligente (Smart Nation) y lo consigue a través de tres pilares: Sociedad Digital, Economía Digital y Gobierno Digital. Su lema “Digital to the core, and serves with heart” (Digital en el núcleo y sirve con corazón) es un juego de palabras con el que reflejan los intentos de construir una arquitectura de gobierno de vanguardia que utilice tecnologías como conectividad 5G, análisis de datos, inteligencia artificial, internet de las cosas o blockchain para facilitar las labores y servicios del Estado, a la vez que dejar en claro que todos estos medios son útiles en la medida en que faciliten la vida de los ciudadanos. En efecto, gracias a su gran variedad de servicios Singapur logró el primer lugar en el Índice de Inclusión Digital del año 2020 de la consultora Roland Berger.


La Sociedad Digital es el nombre que reciben las estrategias que tienen por objetivo facilitar i) el acceso de la población a tecnologías de la información (computadoras, internet, tablets, etc.), ii) la obtención de conocimiento y habilidades para usar las tecnologías y plataformas digitales y iii) el fomento de la participación de los ciudadanos en los servicios y áreas de co-gobierno y diálogo con el Estado. Para las autoridades singapurenses la digitalización no es posible si en ella no participan activamente los ciudadanos.


Preocupados por reducir las brechas de acceso al internet, el año 2006, el gobierno lanzó Wireless@SG, un programa desarrollado por la Autoridad de Desarrollo de la Información y las Comunicaciones de Singapur. Se trata de un servicio de internet inalámbrico gratuito disponible para los ciudadanos y turistas dentro del país.


Gracias a dicha previsión, el Estado hoy ofrece una gran cantidad de aplicaciones que permiten al ciudadano acceder a diferentes servicios e información gubernamental, así como proveer feedback sobre las condiciones de las instalaciones públicas. El registro ciudadano inició su digitalización en el año 2003 en que se lanzó la aplicación Singpass, la cual reúne en una sola app los documentos oficiales expedidos por el gobierno y garantiza su uso en más de 800 agencias del Estado. La app LifeSG permite a los ciudadanos registrar el nacimiento de bebés, buscar centros escolares, separar espacios públicos para uso privado, separar citas con instituciones del gobierno, reportar problemas en el vecindario, entre otros servicios.


La Economía Digital refiere a un grupo de actividades económicas y empleos en el sector digital y relacionados a la producción digital. Para competir en este nuevo escenario, Singapur ha diseñado una estrategia que busca i) acelerar la digitalización de las industrias actuales, ii) fomentar la competencia a través de ecosistemas y plataformas digitales que vinculen empresas y consumidores, y iii) transformar la industria singapurense a una industria digital.


Construir un Gobierno Digital requiere del compromiso de las agencias gubernamentales y de una sólida visión a futuro. Singapur ha diseñado una estrategia con seis etapas para ello. Primero, la integración de servicios alrededor de las necesidades ciudadanas y empresariales. Segundo, el fortalecimiento de la integración entre políticas, operaciones y tecnologías. Tercero, la reestructuración de la infraestructura del gobierno en materia de tecnologías de la información. Cuarto, la creación de sistemas confiables y seguros (ciberseguridad). Quinto, la capacitación y el aumento de las habilidades de manejo de medios digitales. Finalmente, la co-creación de soluciones con la ciudadanía.

Otra preocupación de Singapur es la sostenibilidad ambiental. En este esfuerzo sus ciudades combinan áreas verdes con tecnologías eco-amigables y fuentes de energías limpias en edificios públicos y privados. Esta política responde al Plan Verde, el cual tiene tres versiones, la del 1992, 2012 y 2030, el cual en su versión más reciente apunta a aumentar la cantidad de áreas verdes, lograr energía eléctrica limpia para mantener 350 mil hogares, reducir la emisión de carbono, la construcción de Edificios Verdes.

En Singapur las autoridades no aguardaron a que un desastre como el covid-19 los fuerce a tomar medidas novedosas para que el Estado siga funcionando, sino que desde décadas atrás vieron en la innovación la herramienta necesaria para sobrellevar las limitaciones del país. Ahora con un enfoque que busca capitalizar la industria digital y las habilidades de los nativos digitales, la nueva generación de ciudadanos, Singapur aspira a posicionarse entre los líderes de la Cuarta Revolución Industrial.


Concebir esta sólida política digital de alcance nacional no ha sido producto del azar. Singapur es un país en el que sus líderes y autoridades han tenido visión a largo plazo desde su fundación. Las diferencias religiosas, étnicas, económicas, sociales y políticas fueron diluidas a través del fortalecimiento del diálogo y de la educación. La participación directa del Estado a través de la fórmula corporativista permitió limar asperezas y planificar el proyecto de país. Lograr algo similar en Perú requiere de la misma voluntad a largo plazo, mano dura y deseo de realizar los cambios institucionales que hagan falta. No dejemos que la Cuarta Revolución Industrial se escape de nuestras manos.

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