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Foto del escritorJuan Vidal

Resiliencia y fortaleza : el lema de las personas con discapacidad

Con motivo del Día Internacional de las Personas con Discapacidad, conversamos con Iván Oviedo Avendano, más conocido como “La quenita de oro”, ejemplo de lucha ante la adversidad y es sinónimo de resiliencia para seguir adelante.





Los que hemos asistimos a un concierto, como al de Paul McCartney, por ejemplo, o a un partido de Universitario de Deportes, debemos haber visto a un hombrecito sentado en los exteriores junto a un micrófono conectado a su parlante. Aquel señor con su gorrita de la “Bicolor” o de su equipo del cual es hincha, la “U”, siempre con buen humor y pasión para entonar las canciones de acuerdo con la ocasión y si su público le pedía una en especial, él con gusto hacía vibrar a todos al compás de la melodía y su fiel amiga de viajes: la quenita. “Mi primera canción con la quenita fue el Condor Pasa, pero la canción que más recuerdos me trae es “Pájaro Campana” y “Pájaro Chogui”, son dos canciones paraguayas”, nos cuenta.


AMOR INMENSO


Así era la vida de “quenita de oro”, él nos confiesa que es una persona “autodidacta”, porque sin la necesidad de haber estudiado algo de música, desde hace más de 15 años aprendió a tocar varios instrumentos de viento, como la guitarra, la quena, el charango, entre otros.

“Soy full oído, solía coger unos palitos, una galonera, y armaba mi propia batería casera”. nos afirma. Iván se las ingenió desde muy joven para poder salir adelante. A los 20 años dejó su querido Huancayo para buscar mejores oportunidades en Lima.

Justamente, fue en las calles del Centro Histórico donde fungía de artista independiente para llevar algo de dinero a casa, donde esperaban su padre y madre de 80 y 86 años, respectivamente. Ellos se preocupaban de que le pase algo malo: un accidente, no poder retornar a casa por el cansancio de usar muletas, que sea víctima de ataques o robos, etc.

Iván usa muletas desde muy chico y trasladarse desde San Juan de Lurigancho hasta el Real Plaza de Salaverry, lugar donde trabaja, es todo un desafío. Más aún, en una sociedad como la nuestra que es poco amable con los discapacitados y vive al límite por el estrés rutinario.

“Quenita” nos irradia buena vibra y esperanza con cada historia y anécdota que nos cuenta, sin embargo, sentimos que su voz se resquebraja un poco cuando recuerda que sus hermanos se desentendieron de sus “viejitos” y ni los visitan en Canto Grande, lugar testigo que, pese a los momentos difíciles, “el amor de la familia siempre será el ancla para seguir avanzando por un futuro mejor”, expresa. Iván no ve como una carga a sus padres, sino, como una misión que Dios le dio para ganarse un lugar en el cielo. “Yo quiero ganarme la bendición de Dios, lo haré como dice la palabra: honra a tu padre y a tu madre y tendrás larga vida”, confiesa.

¿Qué significan para ti tus padres?

Mi motor y motivo para seguir adelante. No importa la distancia, yo me vengo con muletas y todo. Tengo mucha práctica con las muletas porque desde muy niño he usado.




“CONADIS ES UNA INSTITUCIÓN QUE SÍ DA OPORTUNIDADES”


Seguíamos conociendo más detalles que quizás los medios de comunicación no incluyeron en los testimonios de “quenita”. Por ejemplo, Iván nos comenta que pertenece al CONADIS, tiene su carné y esto le ha dado bastantes oportunidades, incluso mencionaba que el gobierno da una pensión, sin embargo, el tener que velar por sus “viejitos” y trabajar de lunes a domingo es lo que ha hecho que no averigüe más de CONADIS. Pese a ello, nos afirma que “CONADIS sí da oportunidades”.


¿Qué otras oportunidades tienes al pertenecer a CONADIS?

Con el carné pago medio pasaje. O, si deseo, no pago. A veces sufrimos discriminaciones, en mi caso muy raras veces me ha pasado. Cuando subo a un micro, la gente me ve y se levanta de su asiento. Los discapacitados tenemos ciertos privilegios y conocemos personas buenas. Yo conocí a Piero Brescia (cantante de la banda Caudillo), quien me puso mi nombre artístico “Quenita de oro”.


¿Cómo te encuentras de salud actualmente?

No sé si haya tenido el coronavirus, pero gracias a Dios no me he enfermado, tengo amigos que se han contagiado y hasta han fallecido. Tengo una enfermedad que se llama “el pico de loro” y ya no tiene cura. Solo queda hacer tratamiento de por vida. Me duele cuando subo al carro y cuando tengo un trayecto de más de 1 hora y media me tengo que poner esto como si fuera una almohada porque me duele. Hace tiempo lo estaba tratando, pero cada pastilla costaba 50 soles, muy caro. Pero sé que tengo que empezar a preocuparme por mi salud.


“NO SE RINDAN, SIGAN ADELANTE”


Luego de tener más de 30 minutos de plática con “quenita de oro”, conociendo un poco más de su situación y sobre la importancia que una institución como CONADIS apoye a las personas discapacitadas, le pedimos a este “guerrero”, como él mismo se describe, que brinde un mensaje final para todas aquellas personas discapacitadas que van a conocer su historia de vida y la lucha ardua que seguirá teniendo para darle una mejor calidad de vida a sus papitos.


¿Qué consejo de vida le darías a las personas que tienen la misma discapacidad que tú?

A todos mis amigos y los que no son mis amigos, les pido por favor que no se rindan, que tengan esa fuerza, esa energía, esa fortaleza… aquí está el ejemplo, Ivancito la quenita de oro, que sin importar la distancia donde yo viva, con muletas y todo, yo me vengo a luchar y a guerrear para tener el pan de cada día. No se rindan, sigan adelante….


DATO: Si deseas apoyar a “quenita de oro” ingresa a sus redes sociales o escríbele a su wsp y bríndale un apoyo. Iván manda saludos y toca tu canción preferida junto a su quena.



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