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  • Foto del escritorAldo A. Lorenzzi Bolaños

Radiografía de un sistema político precario en el Perú


Somos uno de los países que está en el ojo de la tormenta, de nuestra región y del mundo, y no por ser un ejemplo de desarrollo, sino quizás por las constantes crisis que se vienen dando en el día a día en un escenario político dramático, tenemos actualmente una sociedad atomizada en la cual estamos llegando a un grado inimaginable hasta por las más pesimistas analistas, sobre este episodio nunca antes visto en 200 años de historia republicana.





La institucionalidad peruana se encuentra en una especie de cuidados intensivos, en los cuales hay días, que nos dan más esperanza de salir de este estado y otros días el diagnóstico no es muy positivo, ¿pero qué le ha pasado realmente a nuestro país para llegar este estado crítico?


Podemos nombrar muchas causas, pero quizás la principal de ellas que considero un foco de atención, es el poco o nulo interés en querer realizar las reformas que teníamos que hacer en su momento y no se hicieron. Hoy, ya que todo se desbordó; va a ser más difícil salir de esta situación; sin embargo, si se une la clase política pasando por alto las cuestiones ideológicas, podría generarse un bloque democrático de ancha base y no el bloque mercantilista que existe hoy en día.


A través de nuestra historia republicana hemos vivido con sistemas de representación débiles, sin embargo, hoy esto está más agudizado, debido a que los “famosos movimientos regionales”, por ejemplo, han aumentado la crisis, debido a que la forma de hacer política en este ámbito es demasiado precaria, movimientos regionales que se forman, no para intereses de una agenda de desarrollo, sino de una agenda propia de intereses muy particulares y esto genera una pirámide que llega hasta las esferas más altas en el poder, lo demuestra los hechos de cómo están formados nuestra representación hoy en día.


Necesitamos una reforma nunca antes hecha en nuestro país, que parta desde la formación política regional, en la cual las reformas deben de empezar por la raíz que son los focos regionales políticos, ya que en los últimos años estos espacios políticos regionales son los que han dinamitado los pocos cimientos de institucionalidad que le quedaba el Perú. No se trata de extremos de lucha de clases, sino se trata de unión de criterios para reformas que vaya de menos o más, en donde puedan participar los diferentes actores de la sociedad. Solo así podemos empezar el cambio que todos anhelamos como peruanos.


Dos columnas vertebrales para el gran cambio para la reforma política, la primera la reforma total del sistema electoral y la segunda la modificación de la creación de partidos políticos como espacios donde se formen cuadros regionales, que tengan capacidad para dirigir el aparato estatal, que desarrollen experiencia, que tengan meritocracia para poder escalar en sus candidaturas hacia el gobierno central.

A partir de estas reformas imprescindibles podríamos construir un nuevo sistema institucional en nuestro país, además de empezar a desideologizar instituciones tutelares, y eso es un trabajo que nos tomará años, pero ¿sino se empieza ahora cuándo? No tenemos partidos políticos, sino grupos de intereses que ansían el poder para sus propios intereses que van escalando, esto es lo que considero la verdadera radiografía de nuestro sistema político actualmente.

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