“¿Qué chucha dijo Aldo Dolos?” es una obra de teatro, escrita y dirigida por Emilio Aguirre, que consta de 7 escenas y una cumbia con miradas satíricas del sistema político peruano donde se resalta la decadencia de un discurso ya usado.
Esta puesta en escena inicia incluso antes de que Emilio, el director, te dé la bienvenida a la sala. Una vez que te encuentres en la comodidad de la butaca verás unas manos curiosas que juegan con cualquier persona que se le acerque y si prestas la suficiente atención, notarás que detrás de esas manos hay una persona de terno con mirada curiosa. Una decisión muy acertada fue la escenografía en la que el elenco se desplaza: cuatro mesas, un tacho de basura, una caja llena de cachivaches y la silla triunfal. La sala es amplia y alta, pero ahí nada sobra y nada falta.
El inicio del martirio político en Perú tiene nombre, fecha y lugar de concepción. Para nuestra suerte. el teatro no se hace ajeno a este tipo de situaciones bochornosas que solo traen vergüenza a un país fracturado, a un país donde se normaliza la descarada impunidad. En especial, la representación de Aldo Dolos con el mostacho muy marcado, la ropa desarreglada y la actitud pedante característica de nuestros políticos, es autor de un discurso populista y falso que solo usa con la intención de encantar a la audiencia.
Por supuesto, él no está solo en su inmoral aventura: Dolos tiene a su persona de confianza que hace una entrada muy particular en busca de aquellas manos que al inicio jugaban con el público. Ella mantiene un perfil bajo, pero con la intención de ocupar el trono que Dolos deja.
Esta obra dista mucho de un montaje convencional, no solo por los pequeños detalles que esconde y que enriquece aún más la historia, por ejemplo si descomponemos al personaje principal obtenemos de que en la mitología griega Dolos es la reencarnación del engaño, las mentiras y las malas artes, o que su nombre Aldo es la fusión de varios ex presidentes que hoy tienen problemas judiciales.
Además de eso, lo que más te sumerge en la historia es la participación que tú tienes dentro de la obra. Tu interacción con los actores es algo inesperado, pero divertido, lo que le dará un giro a tu noche. Por supuesto, el escenario en el que el público deja las butacas y se sumerge en la historia es uno muy familiar. En toda la sala se escucha un discurso difícil de seguir por las incoherencias que mantiene, unas cuantas sonrisas demás y en la brevedad estarás firmando una hoja en blanco en beneficio de nuestro querido Dolos.
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