La Strada Editores (sello de Editorial Perú Tambo), presentó la novela Más de la cuenta del escritor peruano Gabriel Gargurevich. El evento se realizó en el Centro Cultural Juan Parra del Riego (Av. Pedro de Osma 135, Barranco) este sábado 2 de julio a las 7:00 pm.
Más de la cuenta es el tercer libro y la primera novela del escritor, periodista y músico nacido en Lima. La obra está dividida en veintidós capítulos. Según la escritora francesa Christiane Félip Vidal, “Gabriel Gargurevich irrumpe con vigor en el escenario narrativo, con esta primera novela en la que mezcla con todo desparpajo a personajes reales y ficticios. Con una prosa que conjuga con talento delirios cerveceros, descripciones técnicas sobre ecoturismo, entrevistas hilarantes con un personaje político o intercambios por Messenger, dignos de un parlamento del teatro del absurdo, Más de la cuenta logra con acierto dar vida a un personaje entrañable, en permanente lucha entre la imagen que quiere dar de sí y el hombre que quiere ser, al que quizás solo pueda encontrar en la escritura”.
El escritor Richard Parra reseña sobre Más de la cuenta: “Al irónico y nostálgico narrador de esta novela, lo motiva tanto el sexo y el consumo de sustancias, así como la escritura, la fama y el amor. Los registros de este libro son variados: la entrevista, la crónica periodística, el melodrama, el viaje iniciático, la trama criminal y la sátira política. Gabriel Gargurevich se abre paso en la escena narrativa peruana con una desinhibida y lúdica novela, y muestra a un escritor con materiales propios y un estilo literario definido".
Los comentarios estuvieron a cargo de Glatzer Tuesta (periodista, director del Instituto de Defensa Legal e Ideeleradio); y de Juliana Oxenford (periodista, conductora del programa Al estilo Juliana, en ATV). Moderó la poeta, gestora cultural, y editora de la publicación, Katherine Estrada.
Gabriel Gargurevich Pazos (Lima, 1975) Es periodista, escritor, guionista y músico. Fue coeditor de Política en el diario La República y subeditor de la revista Cosas. Colabora para El Cultural del diario El País de Uruguay. Publicó el libro 8 Mujeres. Retratos de peruanas que encontraron el éxito (y el poder) con la editorial Penguin Random House y otro de poesía, titulado Serpiente Underground, cuyo prólogo estuvo a cargo del poeta Roger Santivañez. Actualmente conduce el programa ¡Arriba el Agro! Tuvo una banda de rock llamada El Ghetto.
Juliana Oxenford (Buenos Aires, 1978) Es periodista, presentadora de televisión y locutora de radio. Estudió Ciencias de la Comunicación en la USMP. Empezó como reportera deportiva en ATV, y luego incursionó en política y periodismo de investigación con César Hildebrandt en el programa En la boca del lobo. Ha sido reportera en los programas Día D y Punto final, y conducido programas radiales y noticieros de TV como Primer reporte y 90 Central. Desde el año 2020 conduce el programa ATV noticias: Al estilo Juliana.
Glatzer Tuesta (Amazonas, 1975) periodista con reconocida trayectoria en capacitación y formación de comunicadores sociales y periodistas a nivel nacional. Es Director General del Instituto de Defensa Legal - IDL, conducto del programa “No hay Derecho” desde el año 2003, y dirige la Red Nacional de Ideeleradio que está integrada por 160 emisoras en todo el país.
Katherine Estrada Aguirre (Lima, 1975). Comunicadora Social de la UNMSM. Autora de los poemarios Intrarrevolución (Hanan Harawi Editores, 2016), y Liberaciones: El sentido de tu universo, que será publicado este año por la editorial La Purita Carne. Como poeta, editora, gestora cultural y tallerista, ha participado en diversos eventos culturales, festivales de poesía y ferias literarias nacionales e internacionales. Es coorganidora del Festival de Poesía de Lima, que este año cumple su décimo aniversario.
LEE UN FRAGMENTO DE LA NOVELA
—¿Cómo están amigos? Nos encontramos con Alfredo Olaechea, escritor, periodista, consultor internacional y ahora candidato presidencial por Opción Popular. ¿Cómo estás, Alfredo? Buenos días.
—Buenos días, muy contento de estar con ustedes.
—Antes de venir aquí, un colega me dijo que tenía suerte de entrevistarte pues eres el candidato más educado en esta campaña...
Me miró por dos segundos, bajó la cabeza y la levantó enseguida con los ojos vibrantes, arrugando la frente, mirando a la nada. Como si lo que fuese a decir fuera inevitable, sus
ojos hicieron contacto con los míos, con la parsimonia de una tortuga; habló susurrando, grave, con la voz ligeramente ronca, como si se acabara de despertar.
—No sé si soy el más educado, creo que soy muy poco educado; sé muy pocas cosas, quisiera saber mucho más... Yo no soy sino... —Hizo una pausa y su mirada casi afligida se perdió en los estantes blancos. Se acomodó en el sillón—. Te voy a contar quién soy. Yo soy, primero, un provinciano.
—¿Los miembros de Club Nacional son personas educadas?
—Imagino que debe haber gente educada en ese club, gente muy respetable... Yo no soy socio del Club Nacional.
—¿Fuiste alguna vez?
—Nunca.
—¿Nunca? —Negó con la cabeza y sus mofletes se agitaron
ligeramente.
—¿Nunca te invitaron a algún evento ahí?
—Lo he visitado, como a muchas instituciones —pestañeó rápido un par de veces—. Estoy muy agradecido de que me inviten a todos los sitios a los que me invitan, voy con mucho agrado, pero yo no soy un hombre de clubs, yo soy un provinciano. Yo no pertenezco a... Cuando tú me hablas de Lima, no sé de qué me hablas... Te voy a contar una anécdota que va a definir muy bien mi posición. Cuando me fui a estudiar
a Harvard, y viví en Cambridge, en Massachusetts —dijo en un minucioso inglés—, me acordaba del Perú, nunca de Lima; me acordaba de La Huega, que es una laguna en Ica,
de ciertos atardeceres en el desierto —empequeñeció los ojos y miró fijamente a un punto en la biblioteca, mientras asentía con la cabeza—. Yo no pertenezco al mundo de Lima.
—Pero siempre te has relacionado con gente importante de la
sociedad limeña...
—Bueno, limeña y mundial.
—Siendo provinciano, ¿alguna vez te sentiste discriminado
por la sociedad limeña?
—Nunca. Porque yo... Voy a decir una tontera, pero... No, para nada, yo tengo un punto de vista mucho más comple... Digamos, si me comparo con amigos que son muy respetables limeños, me doy cuenta de que ellos tienen un punto de vista muy sesgado del Perú; yo tengo un punto de vista... Yo sé cómo es el Perú, un país complejo, diversificado...
—¿Eras un chico guapo?
—No tengo la menor idea.
—¿Alguna vez llevaste a alguna pretendiente a la casa de tus padres?
—Mis padres han sido personas súper tolerantes. Nunca tuve un drama familiar, yo siempre tuve una casa completamente abierta, completamente tolerante, muy católica... Tuve unos padres muy integradores, vivíamos en una provincia, no lo olvides. Estábamos todo el tiempo en contacto con gente del campo, vivíamos en el campo, entonces, yo tengo un tipo de experiencia humana que probablemente es muy distinta a la tuya… Tú me estás haciendo estas preguntas de índole personal y digo... Soy una persona... He tratado siempre, sin embargo... Soy un hombre, ah, eh... Soy un hombre tímido... Reservado... Me gusta donde estoy, me gustan mis libros...
—Siendo una persona tímida, ¿cuándo fue la primera vez que besaste a una chica?
Olaechea suspiró.
—Yo pensaba que me ibas a preguntar sobre mis planes de
gobierno —resopló—. Si me haces estas preguntas...
—Es importante conocer al candidato en todas sus facetas...
—Encantado, yo contesto cualquier pregunta.
—Muchas gracias.
—Eeeh... Te voy a decir que no me acuerdo muy bien.... Probablemente ha tenido que ser muy temprano... Siempre me han gustado mucho las mujeres... No sé si debo decirlo,
pero... No recuerdo...
—Mi primer beso fue cuando tenía ocho años...
—¡Muy precoz! Yo a los ocho años estaba muy entusiasmado y dedicado a llenar unos papelitos... Creo que a esa edad ya había hecho la primera comunión y me había incorporado a La Cruzada Eucarística Misional, o algo así, ahí se repartían unas hojitas donde había que anotar cuántas comuniones hiciste, cuántos rosarios rezaste...Así que mientras tú estabas besando chicas a los ocho años, yo estaba tratando de llenar esas cosas... En todo caso, me acuerdo claramente de mis grandes amores.
—¿Tuviste algunos hobbies, practicaste algún deporte? ¿Corrías
tabla, por ejemplo?
—¿Correr tabla? Tu pregunta me sorprende; te acabo de decir que yo soy iqueño.
—Bueno, Paracas, está cerca; en San Gallán, están unas de las mejores olas del Perú.
—Ahora se está defendiendo, el periodista... Te voy a tomar examen de geografía... Ica es una ciudad que no tiene mar, el departamento sí tiene mucho mar, un mar fantástico... Yo nací en una civilización precolombina, en medio de dos grandes civilizaciones, entre Nazca y Paracas. Pero en Paracas no hay olas.
—En San Gallán hay unas derechas espectaculares.
—Es una laguna, una meseta... Bueno, déjame decirte... No, para nada, yo no pertenezco al mundo del surf, ni al mundo de la tabla... nunca he hecho tabla.
—¿Tuviste amigos tablistas cuando viniste a Lima?
—Nadie, nadie...
—¿Tus amigos fueron del ámbito político?
—Déjame que te conteste primero sobre Ica; en Ica nadie hacía tabla, lo que hacíamos era jugar fútbol. Mi gran amigo, cuando llegue a Lima, se llamó Alonso Cueto, nuestras madres eran amigas y nos hicieron amigos. Con Alonso, nos interesaban tres cosas: los libros, el cine y el fútbol, ni siquiera las chicas, como dicen mis hijos, éramos bastante pavos. En el fútbol éramos bastante buenos, creo que Alonso mejor que yo.
—¿Se tomaban sus traguitos de vez en cuándo?
—¿Cómo?
—Si se tomaban sus traguitos...
—Estás hablándole a la persona equivocada, y si le preguntas a Alonso Cueto también le estarías hablando a la persona equivocada. Ni Alonso ni yo tomamos nada.
—¿En serio?
—No sé si Alonso, últimamente, está tomando, pero yo lo dudaría, nosotros... Mira, te voy a contar, yo he tomado mi primer trago... No sé si debería decir estas cosas, voy a dar una impresión bastante penosa a toda la gente que cree... Mi primer trago lo tomé cuando yo tenía 25 años. Me lo invitó una novia que tenía que era muy fascinante... hubiera estado dispuesto a cualquier cosa porque era muy guapa... Pero yo no tomo. Me habré emborrachado en mi vida, ¿tres veces?
—Declaraste que nunca fumaste hierba.
—No, nada, cero.
—También dijiste que estas abierto a un debate a favor de la legalización...
—Son dos cosas diferentes. Lo que yo pienso que hay que hacer con las políticas públicas es otra cosa... Tú me estás haciendo muchas preguntas sobre mi vida privada, y te estoy
contestando con toda sinceridad, pero nunca he contestado a este tipo de preguntas porque nunca me las han hecho...
—Hay que hacerlas a un candidato a la presidencia del Perú.
—Yo encantado contesto a lo que tú quieras, con mucho gusto... Esteee... No, yo la única adicción que he tenido en mi vida es a la Coca Cola; durante muchos años me habré tomado unas diez Coca Colas por día.
BONUS TRACK
—No voy a quedar como un huevón, ¿no? No toma, ni fuma —La mirada de Olaechea se perdió en la afelpada alfombra blanca por unos pocos segundos, enseguida la levantó
y la clavó en mí—. Me preguntas, por ejemplo, sobre el surf, hermano, jamás vi una tabla en Ica, huevón. Yo me subía al caballo, jugábamos fulbito, pero de surf, ni mierda, ¡no sé nada de surf! Nunca escuché a los Rolling Stones… El otro día estaba en París con Carvallo, hace unos años en realidad, y le dije: “Qué bonita música, ¿quién es?". Me contestó que era Rod Stewart, ¡y yo no sabía quién era Rod Stewart! Otro día, mis amigos de Santillana fueron a mi casa de playa y hablaron de Phil Collins, “¿quién es Phil Collins?", les pregunté. Entonces me miraron así, “¿cómo?", “¡es un boxeador!", me dijeron... yo, por dármelas de patero, les dije que de chico iba al box, “¿de quién se trata?". En fin... ¿Te parece que la entrevista quedó interesante? —le preguntó al director del programa—. Puta, pero voy a quedar pésimo, no como la tía bacán que fumaba marihuana... —en clara referencia a la ex alcaldesa de Lima, Roxana Villarán—. Me ha sorprendido la pregunta de la tabla... Carajo, no me imaginé... ¿Mirko Lauer fue tablista?
Comments