Ser testigo de una expresión artística es la mejor manera de escaparse de lo convencional, pero si quieres ser aún más revolucionario, entonces tu asiento en una casona desconocida de Chorrillos está reservado.
Ahí encontrarás una puesta en escena vibrante e innovadora que apuesta por una fusión de tres disciplinas artísticas; la danza, el teatro y la música, donde en cada movimiento corporal cuestionan el papel de la mujer en una sociedad que no se cansa de etiquetar. Las tres mujeres creadoras e intérpretes son Cecilia Borasino, bailarina; Janet Gutarra, actriz y Pamela Gutierrez, cantante; quienes fueron convocadas por un actor ruiseñor que le dió vida a estas tres micro obras que conforman “Muñequita Linda”.
No hay que ser un experto en arte para dejarse envolver por la atmósfera artística en la que todos parecen encontrarse durante la función. Desde que sientes los pasos de Cecilia al empezar "Pandemonia", te adaptas al único lenguaje que está permitido durante los próximos 20 minutos; el corporal, pero eso no significa que es una micro obra silenciosa, todo lo contrario, es vibrante, es pasional y muy versátil porque Cecilia, de forma sutil, te muestra lo difícil y confuso que puede ser para una mujer despojarse de los estereotipos, te muestra la rebeldía de un alma libre que se cansó de encajar.
Ella se mueve por todo el escenario y juega muy bien con los pocos objetos que forman parte de su entorno e incluso con el vestuario que usa, y del que se va desprendiendo gradualmente. Es importante no perder de vista sus manos, ni los pasos que da, los gestos que hace o las miradas y sonrisas que te enseña. Ahí está la ilación perfecta de todo su trabajo.
Por otro lado, tenemos a Janet Gutarra que presenta la micro obra de "La Mujer Habitada". Casi sin diálogo, ella juega con los sonidos de la atmósfera y los recursos escenográficos que usa de metáfora. Su inspiración llegó a raíz de la novela Homónica escrita por la nicaragüense Gioconda Belli. La adaptación de Janet es sensible y creativa por el juego de luces y sonidos que te invitan a ese carrusel de emociones repentinas. Verla sobre el escenario es retador y liberador al mismo tiempo.
Janet tiene una entrada triunfante y un final abrumador por el sin fin de emociones que logra evocar en el espectador. La conexión y armonía de sus movimientos, la libertad de su cabello y la efusividad de sus gestos es una clara invitación a este viaje intrínseco.
El cierre de "Muñequita linda" está acompañado de la imponente voz de Pamela Gutiérrez que presenta la micro obra "Te quiero, dijiste". Pamela entona canciones que remueven a un público sensible, pues su voz se puede sentir en el suelo, en las paredes, en el cuerpo y en el corazón. Su elegancia se denota en su caminar, en su tacto e incluso en su rostro. El público va a aplaudir, ella lo sabe, pero la obra debe continuar y su voz no se detiene. Sus movimientos tampoco. Se levanta, camina, juega con las hojas en el atril, camina un poco más y queda de pie frente a un público listo para hacer los honores, pero en ese instante llega su complemento; Cecilia y Janet se unen a una cálida despedida dentro de la hermosa Casona Roja de Jaime Lema en Chorrillos, y es así que "Muñequita linda" llega a su final.
La obra es creativa y profunda, pero sobre todo, es un espacio para empezar a cuestionar el papel que muchas veces las mujeres seguimos dentro de una sociedad costumbrista.
"Me gustaría que el público se quede con la independencia, la intensidad y la disciplina. No sólo por el resultado del espectáculo, sino todo lo que ha conllevado este trabajo. Ellas no son mujeres estereotipadas", declaró el director de la obra, Jaime Lema.
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