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Mariana Libertad: "Todo texto es autobiográfico"

01/06/2022 - Diario Correo Ayacucho / Por José del Barco


“Uno nueve siete cuatro” es el libro de Mariana Libertad que, a través de cuatro cuentos, explora distintas aproximaciones a lo que significa ser una mujer. Fue presentado el sábado 28 de mayo en la Feria Internacional del Libro de Ayacucho, y, hoy, la autora nos cuenta más sobre su creación.



Pensando en el título, puedo hacer una conexión entre este y su año de nacimiento. ¿Qué tan autobiográficos son los relatos de “Uno nueve siete cuatro”?


Algunos teóricos de la autorreferencialidad dicen que todo texto es autobiográfico, porque contiene la mirada del autor sobre experiencias y hechos humanos. Creo que estas historias son tan autobiográficas como todos los otros libros que he publicado en mi vida, en ellos dejo claro lo que yo, como subjetividad en un tiempo y espacio determinado, pienso sobre la particularidad de ser mujer, de vivir en un mundo androcéntrico y de las posibilidades infinitas que tienen las identidades en construcción.


¿Usted diría que, en su totalidad, los cuentos plasman una visión de lo que significa “volverse mujer”, como proceso en el tiempo? Hay una idea de progresión cronológica entre los cuentos.


Sí, el libro está ordenado de forma cronológica, los cuatro cuentos se construyen en 1989. 1999, 2009 y 2019, respectivamente. Aunque las protagonistas son personas diferentes, hablan desde sus cuerpos sexuados sobre la experiencia de tener quince, veinticinco, treinta y cinco, y cuarenta y cinco años.





Es interesante que, a la vez, el libro pone en evidencia las distintas maneras de ser mujer. ¿El mensaje del libro es uno de liberación dentro de la diversidad?


Más allá de la idea de mensaje, yo quiero dialogar con las personas que se animen a leer Uno nueve siete cuatro sobre la inexistencia de algo esencialmente femenino. Las mujeres somos seres humanos y nos construimos a partir de nuestras experiencias: la mirada esencialista sobre la mujer siempre se ha usado para negar su derecho a autodeterminarse, a estudiar, a hacer vida en el espacio público y sí, a algunas mujeres nos encanta la maternidad, algunas son protectoras, otras se dedican a educar ciudadanos útiles a la nación, pero nada de esto es una obligación ni un requisito para ser mujer.


¿En qué medida el dominio del propio cuerpo es una forma de liberación femenina?


Yo quise hablar del cuerpo femenino como eso que define a estas cuatro mujeres y como el espacio en el que ellas se reconocen, se realizan y proyectan todo lo que sienten; no obstante, hay algo en lo que siento que tienes razón: aunque la autonomía sobre el propio cuerpo es una de las búsquedas feministas desde hace cerca de cien años, sería ingenuo afirmar que se trata de un derecho completamente conquistado.


La presencia de la música en el libro es importante. ¿Cuál es el rol de la música en las historias de “Uno nueve siete cuatro”?


La música es parte estructural del libro, las mujeres aquí representadas se definen a partir de la música que escuchan, todas cuentan sus vidas con canciones. No solo porque una protagonista cante y otra sea flautista, sino porque la música, esa forma de decir que va más allá de las palabras, en cada una de las historias añade significados sobre la trama. Los artistas de Woodstock, Fito Páez, los cantantes de la Nueva Trova o Rubén Blades también hablan sobre lo que experimentan estas mujeres,


Fue invitada de honor de la inauguración de la Feria Internacional del Libro de Ayacucho, este viernes 27, y además, presentó “Uno nueve siete cuatro” el último sábado. ¿Qué nos puede comentar sobre su estancia en Ayacucho?


Ayacucho es un territorio hermoso, con una historia tan heroica como dolorosa. Es una ciudad que siempre ha tenido estrechos vínculos con Venezuela, podríamos comenzar hablando de Antonio José de Sucre, del Estadio Ciudad de Cumaná o de las miles de personas provenientes de Ayacucho que nos hicieron el honor de residenciarse en Venezuela en la década de los ochenta del siglo XX. También es imprescindible mencionar que, en la actualidad, la ciudad ha acogido a una buena cantidad de venezolanos migrantes, refugiados y solicitantes de refugio. Mentiría si te dijera que no me sentí en casa en todo momento.

Además de eso, creo que es uno de los lugares del Perú con una tradición de contar, oralmente o por escrito, así que disfruté mucho conocer leyendas y cuentos ayacuchanos.

Sueño, además, con que en algún momento, escribamos nuestra historia conjunta.


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