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  • Foto del escritorVanya Thais

Jueces de la empatía

06/03/2022 - ContraPoder (Diario Expreso)


Los últimos meses han sido tan accidentados en el Perú, que es imposible concentrarse en un solo tema o hacer seguimiento a solo una irregularidad: este gobierno, en sí, es un problema que parece no tener solución. Pedro Castillo se ha caracterizado, desde el inicio de su “gestión”, por ser sinónimo de inestabilidad, corrupción y colapso. Esto, evidentemente, tiene consecuencias en su desaprobación y las calles se calientan de ira.



Sin embargo, los ciudadanos (sobre todo los apasionados tuiteros) debemos recordar que Lima (Twitter, menos) no es el Perú. Sin ir muy lejos, en Lima provincias, específicamente en Caral, la gente no está preocupada por la corrupción en el Ejecutivo o cuántos escándalos involucran al ocupante de Palacio, solo les interesa llegar a fin de mes con útiles para que sus hijos puedan caminar kilómetros a la escuela más cercana, o puedan atenderse en una posta, que solo atiende tres días a la semana y a la que se llega caminando tres horas desde su centro poblado.


En este momento la maquinaria mediática caviar, con la superioridad moral y académica que la caracteriza, condena y ataca diariamente al Ministro de Salud, Hernán Condori, olvidando que en el Perú profundo, le tienen un aprecio muy especial. Esto, claramente, no responde a una indignación “científica” o académica “por la venta de agüita arracimada”, porque les importó muy poco la ciencia cuando compraron pruebas rápidas, permitieron que suba el porcentaje de pureza del oxígeno innecesariamente (afectando el precio del mismo, beneficiando a solo tres empresas y condenando a muerte a miles de peruanos), o cuando se adquirieron miles de vacunas chinas, cuyo precio se mantendrá por siempre en la confidencialidad.


Ellos, que rezan “empatía”, son raudos en juzgar a una persona por un hecho aislado. Muchos ignoran, quizá, que un médico que ejerce en las zonas más olvidadas de nuestro país, tiene que recurrir a métodos no convencionales para poder cumplir a cabalidad su juramento hipocrático y lograr el objetivo de salvar vidas. ¿Quién no estaría dispuesto a probar cualquier método para salvar a un familiar con cáncer? Pues este fue el caso de la famosa “agua arracimada”, la cual nunca vendió o recetó, por cierto. Y así lo hubiera hecho, ¿qué tendría de malo en un país que ha practicado siempre la medicina natural y donde no llegan las medicinas porque ni siquiera hay un centro de salud digno en cada pueblo?


Ser “de derecha” no garantiza ser buena persona y la solidaridad no es un valor exclusivo de un partido político. Algunos se van dando cuenta de eso. El Ministro ha denunciado las consultorías millonarias de VIDENZA (sí, esos mismos que dan diplomados en prestigiosas universidades del Consorcio - que no quieren autonomía universitaria), corrupción de la más putrefacta en contrataciones y todo involucrando a funcionarios de los gobiernos anteriores, que cantan las notas favoritas de la OMS y sometieron al Perú a esta dictadura sanitaria que destruyó a la clase media emergente.


El no ser raudos en juzgar a una persona, no excluye pedir justicia para sacar a la organización criminal que rodea al inquilino de palacio y a su vice presidenta. Hay tres caminos, pero la vacancia siempre será el más accesible y es importante que presionemos a nuestro parlamento para que deje la comodidad y la cobardía de lado y ponga por delante los intereses de nuestra Patria. Esto recién empieza, nos vemos en la calle.


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