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Foto del escritorSol Pozzi-Escot

Geraldo Capillo: "La verdad no tiene color"

Conversamos con el periodista y editor web del Diario Expreso, Geraldo Capillo, sobre los restos que encuentra el periodismo en la actualidad y cómo los medios de comunicación pueden responder a ellos.



-¿Cómo ves las tendencias principales de consumo de contenido periodístico en el contexto de la era digital?


-Yo llevo 6 años ejerciendo el periodismo. Lo que he podido ver es que mi generación, la que egresó conmigo, en comparación a la que está egresando ahora o en los últimos años, sobre todo pospandemia, tenía interés por el periodismo escrito. Varios querían escribir y algunos tenían la idea de escribir en papel. Me imagino que es principalmente porque no venía aún la pandemia, una corriente digital que era la única vía de comunicación. No podías ir a una librería a comprar libros, ni un periódico. Eso es lo que ocurrió con la pandemia: se vio en el área digital el presente o adelantó lo que tenía que ser el futuro. Pero lo que yo veo en la generación actual, los egresados 2023, 2022, 2021, es que ya no está eso dentro de su posibilidad: han decidido que el periodismo escrito sea solo un gusto pero que la plataforma de hacerse mostrar no tenga nada que ver con lo físico ni el papel, sino con lo digital, y ahí están los videos de Tiktok, pero también los podcasts. Ese es el interés que hay: cierto interés por el periodismo escrito, por el papel y hoy, un desinterés o reducido interés por el periodismo escrito y un desinterés por el papel, increíblemente. La página web del diario ya se ha convertido en sí en un gran contenedor o gran fuente de información general, pero los que tienen el protagonismo son las redes sociales, ya la web forma parte, incluye redes sociales, con contenido más elaborado, más completo.


-Desde un medio como Expreso, ¿cómo responder a esa situación? 


-El primer gran paso es comprender que hay un sector, que es el público inicial, que compra el periódico y va a tu web, pero eso es un público inicial. El gran porcentaje que vendrá después son los que no compran el periódico y los que consumen noticias netamente digitales: son nativos digitales. Creo que eso es importante saberlo: la primera parte del público que lee tu web es alguien que conoce tu periódico, tu producto inicial, el diario. Pero lo que venga de ahí en adelante todos son nativos digitales, gente que encontró un contenido que le interesó en la web de Expreso y lo que hace es quedarse, recomendarlo, volver. Expreso ha coexistido tanto con el periódico como con lo digital y creo que el gran reto está en ver cómo puede ser un portal web autosostenible, porque ese es el presente y se va a mantener en el futuro próximo. Saber cómo ser autosostenible, creo que el gran reto de los medios de comunicación, no redirigir los fondos de un formato como el periódico y la TV y darle dinero a la web, sino buscar que las personas que están en la web generen un cierto presupuesto y que la preservación de la web genere un presupuesto, todo eso tiene que ser a fin de mes o a fin de año, autosostenible, con los propios ingresos que se generan. Por supuesto, uno quisiera que haya ganancias enormes, pero ahora el panorama ha cambiado, hay muchas restricciones, limitantes, los anunciantes apuestan por otros tipos de plataformas como redes sociales, pero aún es autosostenible.


-Otro de los grandes desafíos es que esta era digital viene de la mano con una necesidad de tener información casi en tiempo real, por parte de los consumidores. ¿Cómo conciliar esta necesidad de tener información en tiempo real con la necesidad de difundir información verificada?

-Ese es uno de los grandes retos del periodismo digital, en específico de los que generan contenidos: saber que lo que uno está escribiendo o lo que uno está grabando se ciñe a la verdad. Tienes que informar con inmediatez y eso también es un punto diferenciador de Expreso. Por ejemplo, Expreso apuesta por la inmediatez, buscamos que los contenidos salgan lo más pronto posible, pero buscamos que tenga algo más, que no sea el típico "tal ministro renunció", sino que haya algo más: si se sabe por qué renunció, bajo qué circunstancia, quiénes son voceados como sus reemplazos. Son informaciones que no están en la data genérica, sino quizás si alguien lo ha venido monitoreando desde hace un tiempo, ya tiene ese plus de escribir algo más que el hecho. Ha venido escuchando esas posibilidades, tiene cierta información, como contactos o fuentes que le han venido contando quiénes han tenido reuniones con la presidenta, por ejemplo, o reuniones secretas con congresistas, ese es el plus que es sumamente importante, que es el gran diferenciador que tiene Expreso. Y sí, quizás, por hacer eso, otros medios nos adelantan por unos segundo, por un minuto, pero ténganlo por seguro, de que aunque nos ganen por dos minutos en la red, nuestro contenido es consolidado y se posiciona en Google y es muy recomendado. La inmediatez es crucial, pero la gente quiera algo consolidado. No quiere "ampliaremos en breve". 


-En redes sociales, sobre todo, la gente espera tener un cierto nivel de participación, formar parte de una comunidad. ¿Cómo fomentar este diálogo con la gente, qué puede sumar también a nivel de contenidos la interacción con el público?


-Tenemos muchos canales de comentarios, por ejemplo la caja de comentarios en Facebook, donde tenemos dos vertientes, la caja post por post pero también el chat de Expreso, en Facebook. Por ahí la gente puede hacer llegar sus exigencias, observaciones, solicitudes. Pero hay otros canales, los comentarios y el chat de Twitter, pero también tenemos el WhatsApp, la central telefónica en Expreso. Hay muchas vías para que la gente pueda compartir sus observaciones, solicitudes. Buscamos darnos un tiempo de leer ciertos canales de llegada. Para darte una cifra: Expreso tiene 1.5 millones de lectores mensuales, que generan o motivan a que haya 6 millones de visitas cada mes. No hablemos de las visitas, son 1.5 millones de usuarios, imagínate cuántos comentarios pueden llegar día por día a nuestras centrales de atención. 



-¿Qué relación debería haber entre el periodismo y el poder? 


-Es innegable que el periodista y el periodismo trabaja con fuentes de información, pero yo estoy viendo un aspecto que me preocupa, creo que el periodista se está involucrando demasiado con las fuentes de información y como sea, quiere protegerlo, pero esa no es la función del periodista. No quiere perder el privilegio de la información. Un caso clarísimo es IDL Reporteros, por ejemplo, que sabemos perfectamente quiénes son sus fuentes de información y no está mal, pero lo que ocurre es que cuando se cuestiona a tu fuente de información y tienes ese miedo de perder ese privilegio de información, buscas, como puedas, hacer lo que sea para que esa fuente permanezca en el lugar donde está, que no se le cambie, no se le remueva, porque pierdes ese privilegio. Ese es el gran error que están cometiendo muchos periodistas desde mi punto de vista. La verdad, al fin y al cabo, no tiene color.


-Actualmente se ve un descrédito de la prensa. ¿Cómo ves la relación entre la gente y la prensa? ¿Se está reconstruyendo la confianza o hay aún un alejamiento entre los medios y la opinión pública?


-Creo que hay un alejamiento entre la ciudadanía y los medios de comunicación cada vez mayor. Esto por una sencilla razón: los medios, a veces, no entienden que el público ha actualizado su manera de informarse. No solamente hablo del formato, sino de la manera de llegar. Cuando un medio de comunicación busca encerrarse en la seriedad, pierde, porque la idea es darle al público algo actualizado. Por eso, quizás, desde hace un tiempo, se ve en las portadas y la web de Expreso, información más completa, digerible, pero presentada de una manera mucho más amena. Me refiero a una información con contexto, sin vacíos, digerible: por eso hay que apostar. Antes, el periodismo era muy intelectual, pero hoy estamos en una situación diferente. Estando conscientes de esto podemos reactivar el interés del público para leer medios de comunicación. Hoy, puedes enterarte por aficionados, gente que no toma con seriedad el periodismo, pero solamente considera que porque tiene un espacio lo hace. Los periodistas tenemos que darnos cuenta de por qué la gente apuesta por estas personas, que no tienen formación de periodista, que no lee o no tiene el enfoque periodístico. ¿Por qué lo busca a él y no entra a una web de un medio de comunicación? Porque no estamos pensando en el lector. 


-En el contexto actual, donde la democracia se ha visto tan debilitada, ¿Qué rol debería tener el periodismo en el fortalecimiento de la democracia?


-Hay una frase del periodista Jorge Ramos: "No olvidar que el periodismo es contrapoder". El poder tiene una estructura y solamente hace cambios muy puntuales cuando, por ejemplo, se cambian ministros o demás puestos que ya están definidos también. Creo que nos olvidamos que el poder tiene una estructura. En cambio, el periodismo tiene que velar por exponer qué cosa hay detrás de tanta estructura, de tantas capas y ese es el gran reto del periodismo con el poder: ser contrapoder, saber que nuestra misión es sacar a la luz lo oculto, y creo que nos estamos olvidando de eso y tenemos que revertirlo. Yo me incluyo, porque soy parte de la generación que ha salido de la universidad, tenemos formación, pero creo que nos olvidamos de que conceptos tan simples y básicos no se están ejecutando. Ese es el gran tema que veo. Eso puede repotenciarse en las clases, entre amigos, pero también ejerciendo la profesión. Son conceptos que deberían estar más presentes en los nuevos periodistas y deberían saber cuál es la misión del periodismo, sabiendo a cuánta gente puedes ayudar a través del periodismo. Desde acá, también, un llamado de atención a las facultades y universidades porque creo que nos estamos abocando mucho a la teoría y creo que eso es un gran error: creo que importan más las experiencias y eso falta. Veo en las universidades profesores que hace 20 años no pisan una sala de redacción y profesores que no han ejercido la profesión, dando clases. El puesto pide alguien capacitado para dar esa clase, que como no es una clase práctica, como no es producción radial o televisiva o escritura de artículos, sino una clase teórica, colocan a alguien que sabe la teoría y nunca la ha ejecutado. 


-¿Cómo ves las perspectivas para el futuro? ¿El periodismo podría cumplir con su rol de informar o podría entrar en una cierta crisis? 


-Creo que estamos viviendo una crisis en el periodismo, que es más aguda de lo que pensamos. Lo vemos por las decisiones que están tomando los medios de comunicación. Algunos medios de contenido escrito, periódicos, como por ejemplo, La República, han decidido reducir considerablemente su personal. Eso es una decisión empresarial en base a que puede prescindir de estas personas. Pero también vemos canales de TV que están reduciendo su plana periodística, o radios que deciden eliminar programas informativos y colocan otra cosa. Vemos que en todos los frentes, la decisión de prescindir de periodistas es constante. Por otro lado, se vive la crisis del periodismo porque la gente ha encontrado información más entendible por otra vía. Entonces, ¿Para qué escuchar a periodistas o buscar periodismo serio si esta información la entendí mejor bajo otra vía? A esto se suma un tercer factor: lo contaminado que puede estar el periodismo para algunas personas, manchado de intereses particulares, personales, empresariales, relacionados al poder también. Medios que se alinean con el gobierno, que es notorio, ¿Cómo pueden convencer a la gente de que lo que están diciendo es verdad?, si es claramente notorio el apoyo público de ese medio a ese funcionario. Yo veo eso, una grave crisis, pero tiene que llegar el momento en que directivos y periodistas asuman que han perdido el foco fundamental de todo, que es la gente, la ciudadanía y ahí empezar a analizar respuestas. 



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