El pueblo peruano es testigo de los constantes ataques de Pedro Castillo hacia los periodistas al emplear insultos, burlas, empujones, amenazas, etc. Y tras observar esas actitudes matonescas de Castillo, hace recordar el áspero trato que tuvo el dictador Juan Velasco Alvarado con los medios de comunicación hasta que decidió expropiarlos.
Posturas divididas de la prensa frente a la dictadura de Velasco
Tempranamente, se podían distinguir entre quienes simpatizaban con aquellos que se oponían al golpe de Estado de Velasco de 1968. Desde años atrás, los periodistas habían formado numerosos colectivos, con la finalidad de protegerse de la censura de los gobiernos. Así que un sector de ellos protestaron en las calles.
Discursos ofensivos contra la prensa
El general Velasco recitaba discursos atacando a la prensa. Aseguraba que no se debe confiar en sus publicaciones porque los dueños estaban al servicio de la oligarquía. Incluso se atrevió a decir que “no representan ni los intereses, ni el pensamiento, ni los deseos del pueblo peruano”. De este modo, Velasco se estaba encerrando en una burbuja, donde se volvía la víctima.
La prensa libre es un obstáculo para Velasco
Velasco estaba convencido de que con una prensa libre sería dificultoso consolidar su “revolución”. Así que, tomando como excusas de que la prensa desinformaba y la necesidad de integrar a los grupos sociales, se atacó a los medios de comunicación, especialmente a los opositores. La dictadura promulgó una serie de leyes para moldear una prensa hecha a su medida, pues su intolerancia era evidente.
La captura de la prensa
En 1970, las primeras víctimas de la expropiación fueron Expreso y Extra. Las revistas Caretas y Visión fueron clausuradas. Cuatro años después, Velasco decide incluir más diarios importantes en su lista como El Comercio, La Prensa, Correo, Ojo, etc. Estos periódicos pasaron a ser manejados por ”sectores organizados de la sociedad”. Sin embargo, Velasco no se conformó con los medios impresos, sino que "se extendió el control estatal a la televisión y a buena parte de la radio". Por lo que, se estaba construyendo una nación, donde la única voz autorizada para expresarse era la de Velasco.
Actualidad: la pronosticada conducta confrontacional de Castillo contra la prensa
La agresiva reacción del presidente contra la prensa no debería sorprender. De hecho, el ideario original de su partido declaraba su desprecio a la libertad de expresión.
Pedro Castillo repite el mismo discurso de Velasco al desprestigiar a los medios de comunicación y de que estos conspiran contra su mandato.
Hasta ahora, Pedro Castillo ha seguido los primeros pasos del libreto de Velasco: insultar a la prensa, acusarla de desinformar y la intención de controlar las expresiones.
Bibliografía
Gargurevich, Juan. 2022. Velasco y la prensa. 1968-1975. Lima: Pontificia Universidad Católica del Perú.
Rojas, Rolando. 2021. Los años de Velasco (1968-1975). Lima: Instituto de Estudios Peruanos.
Zapata, Antonio. 2018. La caída de Velasco. Lucha política y crisis del régimen. Lima: Penguin Random House.
Zapata, Antonio. 2015. Perú. La búsqueda de la democracia. Madrid: Fundación Mapfre y Penguin Random House Group Editorial.
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