Eduardo Herrera Velarde, abogado y escritor de obras como “El Cerebro Corrupto”, se detuvo un momento y nos concedió la presente entrevista. Especialista en temas de corrupción, nos da una mirada general, sobre un mal endémico, no solo en Perú, sino en toda nuestra región. Estas son sus apreciaciones sobre la misma.
Después de los últimos hechos vistos por todos los peruanos, sobre actos no tan lícitos protagonizadas por nuestras autoridades elegidas hace poco, ¿cuánto afecta a la sociedad la corrupción actual?
No se si, a estas alturas, exista una afectación propiamente dicha o más bien la continuidad y legitimación de la regla que nosotros hemos aceptado activa o pasivamente. Lo que sí me queda claro es que esta regla impide que el Estado llegue a las personas que más lo necesitan, que es el objetivo realidades como la nuestra.
¿Cuáles son los factores más determinantes para estar en medio de esta coyuntura en la cual la corrupción infecta todos los estratos?
En lo que corresponde al tema que conozco, pienso que dos básicamente. Primero pienso que no estamos entendiendo que la corrupción nunca es el problema, sino la consecuencia de algo que está detrás y que no funciona bien. Ese algo, que usualmente no queremos ver, puede ser una norma legal no aplicada, una norma legal mal diseñada, etcétera. Si, por ejemplo, existe hoy -de manera más frontal que antes- una toma del Estado por parte del gobierno en puestos públicos es porque no existe carrera y SERVIR no tiene mayor poder. Ahí es donde aparece la corrupción. El segundo tema, ya más de forma, es que no existe nadie que luche contra la corrupción a tiempo completo y así este tema se convierte en un problema de todos y de ninguno.
Este espacio que han creado los empresarios peruanos, a través del Concejo Privado Anticorrupción, ¿cómo lo defines? ¿Cuál es su misión o cuál crees que será el efecto en medio de una sociedad peruana que tiene una moral colectiva distorsionada, un tejido social dañado?
Es una manera de hacer algo desde el sector privado en defecto de lo que puede o quiere hacer el Estado. Así como nosotros existen muchas otras organizaciones invisibles en el Perú que luchan contra la corrupción diariamente en sus propias causas. Si tuviera que resumir lo que hacemos en frases simples lo haría así: “persistir en la lucha a pesar de todo”.
¿Algún día podemos salir de la corrupción tal cual la conocemos o es una característica crónica de los países sudamericanos?
Nunca vamos a poder derrotar la corrupción porque es consustancial al ser humano. Lo que tenemos que lograr, sin que esto sea un enunciado hipócrita y tolerante, es que la corrupción sea mucho más costosa, social, reputacional, legal y económicamente.
¿Las instituciones en nuestro país están en su totalidad sometidas a la corrupción?
En su gran mayoría sí. La corrupción es el sistema en el Perú.
Consideras que, ante la exposición de los medios de muchos hechos de corrupción desde diferentes ámbitos de la sociedad, ¿los peruanos hemos pedido la capacidad de asombrarnos y ya hemos asumido que este comportamiento es parte del día a día?
Lo asumimos, lo toleramos y lo justificamos. Pienso que simplemente tenemos que cambiar el paradigma y reconociendo que estamos jodidos, tomar consciencia y pasar a la acción de manera sostenida, empezando con decir: basta ya.
Una exposición clara acerca de la corrupción en nuestro país. Si no empezamos, a nivel genera,l, de adoptar conductas probas frente a ella, estamos perdidos como