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Foto del escritorFernando Gabriel Zarabozo

Corrupción, política y discurso. Una versión argentina

Actualizado: 4 sept 2022



La corrupción y la Política conviven


Argentina volvió a estar en la agenda de los medios internacionales por un hecho judicial relacionado con la corrupción pública.

Un Fiscal Federal, Diego Luciani, en un juicio criminal denominado “causa de la obra pública” seguido contra la actual Vicepresidente de la Nación, Sra. Cristina Fernández de Kirchner[1], la acusó de haber defraudado al Estado Nacional en un esquema de sobreprecios en Contrataciones Públicas[2].

Se la acusa de ser jefa de una asociación ilícita, en momentos que era Presidenta de la Nación, y direccionar las licitaciones para la construcción de caminos, rutas y otras vías de comunicación, hacia las empresas de propiedad del Sr. Lázaro Báez, quien sería un amigo personal de la Familia Kirchner.

En virtud de esta cercana relación -sostiene la acusación-, el Sr. Báez obtuvo casi todas las concesiones de construcción de obra pública, y en contraprestación transfería millonarias sumas de dinero a la familia Kirchner.

El Fiscal Luciani describió qué mecanismos se habrían utilizado para que el Estado Nacional le otorgara la concesión al grupo empresarial y explicó otras maniobras, por ejemplo cómo evitar o relajar los controles en caso que no estuviera cumplida la obra, y cómo acelerar los pagos para que este contratista recibiera los fondos sin dificultades.

Esta historia de negociados y corrupción no es nueva en las costumbres argentinas, lo que sí resulta innovador y sorprendente, es cómo Cristina Fernández de Kirchner, al no poder influir en el Poder Judicial, realizara una intensa campaña para posicionarse como victima, instalando la idea que estas noticias judiciales tenían un objetivo...la prohibición de su candidatura presidencial en la próxima elección presidencial en 2023.

En esta campaña, Cristina Fernández de Kirchner agitaba un paralelismo histórico para convencer a una parte de la Sociedad Argentina de una persecución en su contra, la proscripción del movimiento peronista en 1955 por muchos años, con fuerte simbología política.

Esta situación disparó una disputa entre partidarios de Cristina Fernández de Kirchner, que comenzaron a movilizarse para rechazar la postura de la justicia de encarcelar a su jefa, y sectores de la oposición que vivieron el pedido de condena para la nombrada con gran satisfacción.

Esta diferencia es denominada “la grieta” y deja ver el nivel de polarización que despierta la Vicepresidente Fernández de Kirchner, las diferencias de valores que sostienen ambos sectores, y como ello impacta con la institucionalidad, el régimen republicano y democrático.



La corrupción como tema de discusión


“Transparency International”, organización no gubernamental que se propone reducir la corrupción en todos los países del mundo, indica que Argentina figura en el ranking de percepción de corrupción en el puesto 96 entre 180 casos, lo que denota su mala performance comparada con otros países.

Analizando la corrupción en Argentina resultan aplicables algunos principios de la criminología. La criminalidad se aprende, por efecto de inducción y por imitación.

Solo si entendemos la heterogeneidad de los grupos sociales, religiosos, vecinales y políticos, podemos comprender la existencia de una valoración diferente respecto de las conductas corruptas.

No podemos desconocer que estos valores se refuerzan con esquemas discursivos repetidos por las élites, brindando justificaciones para las conductas corruptas en ciertos ámbitos y para ciertos actores.

Además hay que observar el rol de los medios de comunicación que adoptan posturas diferenciales en relación a la corrupción dependiendo de quienes son los actores apuntados.

Los medios opositores concentran su atención en los actos de corrupción vinculados a Cristina Fernández de Kirchner; mientras que los que están alineados al actual Gobierno, niegan toda entidad a las acusaciones contra la Vicepresidente y se concentran en los hechos vinculados al ingeniero Mauricio Macri.

En función de ello, la Sociedad está permanentemente bombardeada por mensajes críticos y de justificación de conductas corruptas, que terminan confirmando del marco cognitivo de cada receptor y negando aquellas apreciaciones que le resultan ajenas, propias del otro sector.

Finalmente, los televidentes, lectores y oyentes los reproducen en las redes sociales, que es considerada como un campo de batalla ideológica.

En fin, Gobierno y oposición, utilizan los recursos que tienen a mano para reforzar su discurso. El actual Gobierno utiliza por ejemplo la educación en las escuelas públicas para llegar a los jóvenes y niños alimentando su relato. Y la oposición emplea los medios masivos desnudando las miserias del oficialismo. Se trata de un proceso muy activo, en el que cada uno intenta asegurar su propio discurso y anular el del otro para captar la mente de cada ciudadano.

Mientras Argentina aguarda la salida a sus problemas (inflación, desempleo, inseguridad, pobreza y corrupción) desde hace varias décadas, estos dos oponentes intentar conseguir influir en la Sociedad y asegurarse el electorado para el próximo año. Existe un final abierto.


Fernando Gabriel Zarabozo es analista argentino. Abogado, Magister en Políticas Publicas,  Maestría en Estudios Estratégicos.



1. Cristina Fernandez de Kirchner, es la líder de un movimiento político argentino denominado “Frente de Todos”, y fue ex Presidente en los periodos 2007-2011 y 2011-2015. Actualmente atraviesa varias acusaciones por delitos de asociación ilícita, corrupción y lavado de dinero.

2. https://www.lanacion.com.ar/politica/el-alegato-fiscal-en-el-caso-vialidad-el-pedido-de-penas-para-cristina-kirchner-y-los-demas-acusados-nid22082022/




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