La gerenta general de Emilima explica su visión de la cultura y el entretenimiento como forjadoras de la identidad nacional. También, habla de su trayectoria y su paso por el Ministerio de Cultura.
Como huancaína y limeña, concilia esa combinación en una capital tan multicultural como Lima, acaso la ciudad provinciana más grande del Perú. "Para mí es un privilegio poder trabajar y realizar actividades que me conecten con nuestro país y con las poblaciones desatendidas", dice la abogada y docente Claudia Ruiz Canchapoma, quien se especializó en el diseño de políticas públicas, en derechos fundamentales y en escritura creativa en la Universidad de Salamanca. Como gestora cultural, además, trabajó en el Ministerio de Cultura como Viceministra de Patrimonio Cultural e Industrias Culturales. Y también en la recuperación del Teatro Segura. Y hoy es gerente general de Emilima, donde su lema es "nadie ama lo que no conoce". Y por eso intenta brindar cultura a los sectores más desatendidos.
-¿Cómo ofrecer cultura con un presupuesto limitado?
-Es importante brindarles un servicio de calidad. La pobreza no implica mala calidad. Nosotros damos cultura, entretenimiento y espectáculos de buena calidad a los sectores que no tienen muchos recursos. Les damos contenidos con cultura y conocimiento. Sería un sueño para muchos, por ejemplo, relanzar el Teatro de la Cabaña en el Parque de la Exposición. Es un local de más de 100 años. Es un espacio de difusión de cultura en pleno corazón de Lima.
-¿Qué actividades culturales priorizan?
-Nos encargamos, por ejemplo de la promoción de danzas peruanas, pero de todas partes del Perú, desde un carnaval ayacuchano hasta el carnaval de Cajamarca, pasando por las danzas de Puno como la morenada, los festivales amazónicos, la danza de Huaylas, etc. La tarea número uno es difundir la cultura peruana en sus diferentes manifestaciones, desde lo que es danzas, cultura y costumbres, hasta la rica y deliciosa gastronomía de todo el país. Recordemos que nuestro público es principalmente migrante o de padres migrantes. Nos hemos convertido en una ciudad de todas las sangres. Somos una ciudad cosmopolita. Intentamos dar esa experiencia que llena. No solo es sensorial, sino que ayuda a fortalecer y consolidar la identidad peruana. Y también estamos en coordinación con las distintas embajadas, porque somos una ciudad integrada en el mundo. Por ejemplo, con las embajadas de Colombia, Rusia, India y otras que vienen a dar a conocer su cultura. Un ejemplo es el K-pop, que implica danza y música, y que ha pegado mucho en la ciudad. Pronto vamos a hacer un concierto de K-pop con Inteligencia Artificial (IA) en el Circuito Mágico del Agua. En estos eventos, por cierto, no se distribuye ningún tipo de bebida alcohólica. Con los eventos damos mensajes de unión familiar, cuidado del medio ambiente y valores como el respeto. Y recordemos que la cultura no es estática. La cultura evoluciona, abre paso a nuevos géneros y se fusiona con géneros peruanos. Como el caso del Q-pop en quechua del artista peruano Lenin Tamayo, quien ha tenido un concierto con nosotros.La idea es que los jóvenes tengan un lugar seguro para expresarse, donde no les roben ni les hagan bullying, ni los insulten ni los discriminen con términos homofóbicos. Pero el arte y la cultura no tienen género. Por eso ahora ellos practican libremente y expresan su arte en un espacio en el Parque de la Exposición. Si hubiera más jóvenes en el arte, disminuiría la drogadicción, el vandalismo y la delincuencia en las calles. Una sociedad que se acerca a la cultura es una sociedad que evoluciona. Eso es lo que queremos para nuestra juventud.
-¿Cómo volcar la experiencia del Ministerio de Cultura como Viceministra de Patrimonio Cultura e Industrias Culturales
-Muchísimas cosas como gestionar una biblioteca. Me hubiera gustado hacer bastantes cosas pero el tiempo me quedó bastante corto. Pude sumar con un granito de arena y contribuir con la cultura en nuestro país. Eso me hace muy feliz. Se trata de acercar la cultura a los que menos tienen. Uno no aprecia lo que no conoce. Pienso que a través de las Direcciones Desconcentradas se puede hacer un gran trabajo con mucha comunicación y articulado en un plan nacional, que incluya la lectura, la difusión del teatro y muchas metas nacionales. Pienso que se vienen haciendo un buen trabajo desde el Ministerio de Cultura. Se debe avanzar mucho en el tema de patrimonio, en la recuperación de sitios históricos como las huacas. En Lima, por ejemplo, tenemos la Huaca Mateo Salado, de más de 17 hectáreas, de las cuales solo tiene un 30% de investigación. Y no tiene más por falta de recursos. Es un Macho Picchu en Lima, hermosísimo. Se podría trabajar con la iniciativa privada para poder generar recursos y hacerlo sostenible, como la Huaca Pucllana. También habría que abrir las puertas del Museo de Arqueología e Historia de Pueblo Libre. Y el MUNA. De poder inaugurarse sería el museo más importante de toda la región. Imagínate un lugar donde se pueda exponer toda la cultura peruana. Hay buenas ideas pero nos falta acción.
-Usted tenía un proyecto para que Machu Picchu tenga más visitas.
-Para no entrar en temas polémicos, lo que sucede es que no se ha tenido el cuidado necesario. Se ha debido construir algunas plataformas para que los visitantes no vayan a otros lugares que se han ido deteriorando. Hay que continuar con las acciones de protección a nuestro patrimonio que solicita la Unesco.
-También trabajó con la exministra de Cultura, Diana Álvarez Calderón.
-Una mujer muy sabia, muy inteligente, muy preparada. Y también bastante justa. He aprendido bastante de ella. Sé que ella continúa trabajando por la cultura peruana desde donde está.
-¿Cómo se ve profesionalmente en un futuro?
-Soy una romántica, soñadora de la vida. A corto plazo seguiré trabajando con la cultura y el entretenimiento que integre a la familia. En un mediano plazo me veo realizando estudios que reafirmen y consoliden mi carrera en el sector público. Estoy haciendo una maestría en inteligencia estratégica en el CAEM. Y más adelante me veo como una gestora cultural consolidada. Me gustaría tener un programa para invitar a pensadores peruanos para que la cultura sea democrática y no elitista, para llegar a los millones de peruanos de todo el país. La cultura es el alimento para el alma, nos llena de alegría. Me siento tan orgullosa de ser peruana y de que podamos continuar trabajando en el desarrollo cultural del país. Nuestra identidad nacional se reafirma y consolida con la cultura. Lo que conocemos, lo amamos. Mientras más conozcamos la cultura peruana, más amaremos al Perú.