La medida se produce en un momento en el que el país se enfrenta a demandas de cambio social generalizadas, y en plenas elecciones presidenciales.
El órgano legislador chileno legalizó este pasado martes 7 de diciembre el matrimonio igualitario para parejas del mismo sexo, lo que ha sido considerado por mucho como una victoria fundamental para los derechos humanos y, sobre todo, para los activistas de los derechos LGBT+, sirviendo como una especie de cierre para una época de tensión política y social en el país.
Chile se convierte así en el país número 31 en permitir el matrimonio igualitario y da un paso significativo hacia la consolidación de estas uniones como una norma en América Latina y la medida se produce en un momento en el que el país se enfrenta a demandas de cambio social generalizadas, y en plenas elecciones presidenciales.
Por otro lado, el saliente presidente de derecha, Sebastián Piñera, quien por mucho tiempo se había opuesto al matrimonio igualitario, sorprendió al establishment político cuando se pronunció a favor de dichas uniones en junio. Así, Piñera instó al Congreso a priorizar una ley que durante años había sido dejada de lado, siendo introducido el proyecto de ley por Michelle Bachelet en 2017. De esta forma, se aseguró de que la legislación estuviera entre los últimos logros de una presidencia turbulenta.
La medida se convertirá en ley en la recta final de la peleada última ronda presidencial entre Gabriel Boric y José Antonio Kast.
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