08/01/2023-ContraPoder (Diario Expreso)
“La política, a nivel mundial, está dando un viraje hacia los políticos chabacanos que hacen campaña o gobiernan con consignas o eslóganes, muchas veces racistas o negacionistas y, especialmente, carentes de programas”
Su poesía ha sido traducida a cincuenta idiomas, ha recibido diversos premios internacionales. Alfredo Pérez Alencart nació en Puerto Maldonado en 1962. Abogado, se colegió en el Ilustre Colegio de Abogados de Lima. Profesor de la Universidad de Salamanca donde se incorporó en 1987; el 2005 fue elegido miembro de la Academia Castellana y Leonesa de la Poesía. Entre otros libros, ha publicado La voluntad enhechizada (2001), Madre Selva (2002), Hombres trabajando (2007), Cristo del Alma (2009), Savia de las Antípodas (2009), Cartografía de las revelaciones (2011), Prontuario de Infinito (2012), Memorial de Tierraverde (2014), Los éxodos, los exilios (2015), Ante el mar, callé (2017), Barro del Paraíso (2019), Perú en alto (2020) y El sol de los ciegos (2022). El director del Encuentro de Escritores Iberoamericanos de Salamanca, hizo un alto a su labor como gestor para darnos esta entrevista.
Usted es escritor y abogado, radica en España hace más de 35 años. Desde España, país que tuvo una de las más importantes transiciones ¿cuál es su opinión sobre lo que está sucediendo en el Perú?
Desde la distancia, pero también desde la cercanía, pues en los últimos doce meses he estado dos veces por allí, constato que nuestro Perú está sufriendo una fractura social de proporciones alarmantes, fruto de políticos y agentes económicos instalados en una cleptocracia perfecta. Los proselitismos extremos, de un lado y otro, se están pareciendo cada vez, pues la corrupción, que nos acompaña por más de una centuria, ahora ha desbocado y está paralizando los ejes que todavía nos permitía transitar con perspectivas de progreso económico. Entiendo que estos frentes polarizados poco se preocupan de la justicia social, del incremento del gasto educativo o sanitario, de la mejora de oportunidades de buena parte de la población. Me refiero a los anteriores gobiernos, es evidente, por su política sacha-noeliberal, pero también al golpista Castillo, una decepción para tanta gente que confió en que gobernaría para mejorar las desigualdades existentes, pero que se dedicó al saqueo chabacano, al nepotismo rampante, a la parodia y al esperpento nacional e internacional.
Para no alargar la respuesta, le diré que Perú, por culpa de los extremos intolerantes, va camino a una dictadura militar, a pesar de los propios militares. Tenemos una pseudo derecha angurrienta y poco preocupada por las gentes y el desarrollo de las demás regiones que no sea Lima o las concesiones mineras de empresas trasnacionales que generan ingresos, pero también unos daños ambientales irreparables, etc…; pero también tenemos el sector opuesto, que ni siquiera detenta la ideología que pregonan, pues se preocupan más por desvalijar las arcas esqueléticas del Estado en beneficio de su propio bolsillo, amiguetes y familiares, o también alentar el daño de la propiedad privada o los esfuerzos de miles de pequeños empresarios que pagan sus impuestos, mientras la ilegalidad impera por doquier, comenzando por la minería ilegal de mi tierra, Madre de Dios, donde destrozan o contaminan bosques, tierras y ríos, sin pagar ningún tributo al Estado.
España, que es cierto tuvo una transición política interesante, porque todos los sectores cedieron parte de sus pretensiones por el bien común, ahora está asistiendo al crecimiento de un aberrante y peligroso populismo no tan alejado del peruano. Por otra parte, sea como sea nuestra Fiscalía y nuestros Tribunales, lo cierto es que Perú ha metido en prisión o están procesando a varios presidentes por hechos delictivos derivados de la gangrena de la corrupción, mientras que España a ninguno, y eso que no han faltado gigantes corruptelas.
¿Qué debería hacer el gobierno para evitar los actos de violencia y las muertes de peruanos, víctimas de los últimos acontecimientos?
Me duele toda muerte, máxime si es producto de un justo descontento por desigualdades y postraciones. El reclamar un trato y unos ingresos dignos no significa ser ‘rojo’ o ‘terruco’, y eso debe entenderlo el gobierno, no basándose solo en normas jurídicas aprobadas por un Congreso altamente cuestionado y/o desprestigiado, sino también negociando con los diversos sectores reivindicativos. Hay que escuchar, no ver hacia otro lado y conceder aquello que sea posible, pero también, este u otro gobierno que venga debe dejar claro que cualquier vandalismo o saqueo resulta un acto delictivo, como robarse el balizaje del aeropuerto de Arequipa o el incendio y pillaje de propiedad privada. Hay azuzadores que utilizan a una población desinformada o mal informada para realizar marchas y bloqueos donde, también, algunos atentan contra las fuerzas públicas. En el caso de los muertos debe hacerse una investigación con resultados claros y con la depuración de responsabilidades e indemnizaciones; es lo mínimo que se merecen las familias.
Dina Boluarte es la primera presidenta del Perú, para muchos, si bien la sucesión es legítima, por los más de 30 fallecidos, Boluarte ha perdido legitimidad como jefa de Estado ¿Cuál es su reflexión al respecto?
Entiendo que no ha estado a la altura de las circunstancias. Como a su precedente, el señor Castillo, el cargo le ha quedado grande, y lo lamento por las mujeres, pues este hecho histórico no será de grata recordación. Pero, cuidado, ella no es víctima, ni tampoco el señor Castillo o su familia, ahora acogida por México y su presidente López Obrador, quien ha desvirtuado la necesaria institución del asilo político, otorgándolo a personas investigadas por delitos comunes, como licitaciones, sobornos y demás. Por otro lado, y hablando del tan manido adelanto electoral, ¿acaso no fueron los mismos que apoyaron a Pedro Castillo y ahora alientan manifestaciones, quienes votaron en contra de esa posibilidad? Hay que explicar diáfanamente que unas elecciones, por los plazos y garantías debidas, no pueden convocarse de un mes para otro.
¿Si la solución es el diálogo, qué papel deberían cumplir los intelectuales? A muchos nos sorprende el silencio de nuestros intelectuales.
A veces el silencio es más elocuente que los chillidos o vociferaciones de unos y otros, atacando a quien piensa lo contrario y defendiendo a ultranza a los suyos, sin atender a hechos evidentes. La política, a nivel mundial, está dando un viraje hacia los políticos chabacanos que hacen campaña o gobiernan con consignas o eslóganes, muchas veces racistas o negacionistas y, especialmente, carentes de programas, de proyectos de fondo, a medio plazo al menos. Todo es perentorio y todo tiende a propiciar contiendas en el tejido social, como está sucediendo en nuestra patria.
Entiendo que los intelectuales deberían tratar de profundizar en nuestra peruanidad, en enaltecer el mestizaje que es lo que nos amalgama, pues ya está bien de seguir con esa dicotomía heredada desde la colonia: blancos y cholos, negros y charapas, costeños y serranos, chinos y amarakaires… Así se mermarían los brotes racistas, que los hay, también desde personas de origen andino.
Salamanca es luz referencial de la cultura en el mundo ¿Cuándo decidió realizar su actividad como profesor y promotor cultural en Salamanca?
Desde 1983, dos antes años antes de terminar mis estudios de Derecho en Lima, ya tenía planeado viajar a Salamanca para realizar el doctorado. En octubre de 1985 Fray Luis de León y Miguel de Unamuno fueron las estrellas que me guiaron hasta Salamanca. Y desde 1987 compagino la docencia en Derecho del Trabajo, mi especialidad, con la gestión cultural.
Hace 25 años organiza el prestigioso Encuentro de Poetas Iberoamericanos, ¿cómo así ha logrado sostener uno de los más importantes eventos literarios del planeta?
No sé si del planeta, ni siquiera de España, y no lo digo por falsa humildad. Sé de las limitaciones presupuestarias y nunca he pedido más al Ayuntamiento de Salamanca. Pero sí es cierto que ha logrado consolidarse como un Encuentro de referencia para los poetas de España, Portugal y América Latina.
Si le pidiera una selección de 11 poetas que han participado en los encuentros Iberoamericanos, solo para tener una dimensión de su importancia, ¿a quiénes reuniría?
Emilio Adolfo Westphalen, Gastón Baquero, Olga Orozco, José Hierro, Claudio Rodríguez, Ana María Rodas, Nuno Júdice, José Emilio Pacheco, Gonzalo Rojas, Ana Ilse Gómez, Alejandro Romualdo… Y Antonio Colinas, Daisy Zamora y tantos más.
¿Qué está leyendo en este momento Alfredo Pérez Alencart?
Estos días estoy releyendo el libro “Odas y fragmentos”, la obra completa de Píndaro, poeta griego que escribió sus versos hace unos 2,500 años y que mi maestro Alfonso Ortega Carmona tradujo para la Biblioteca Clásica de editorial Gredos en 1984. Les dejo tan solo una perla: “…No abandones las bellas empresas. / Rige con justo timón a tu pueblo, / y en no engañoso yunque forja tu lengua”. Menudo consejo para aviesos charlatanes que pululan por nuestra patria. Perú me duele, pero también me fortalece.
Comments