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  • Foto del escritorSol Pozzi-Escot

10 películas de terror a rescatar del olvido (no apto para cardiacos)

El cine de terror no se compone solamente de sus clásicos, sino -y sobre todo-, por esas joyas olvidadas que reivindicaron lo más esencial del género, haciendo gala de una creatividad esquizofrénica que linda con lo ontológico, representando la condición humana con una lucidez simplemente única. Aquí diez ejemplos de estas películas que merecen ser recordadas y celebradas.


Aviso: algunas de las películas en esta lista pueden herir susceptibilidades


  1. El exorcista 2: El hereje (1977)


Si la primera entrega del Exorcista, dirigida brillantemente por William Friedkin, lograba amalgamar la esencia del inhumano mal que acechaba a Reagan en cada uno de sus planos, su secuela, dirigida por un novel John Boorman (conocido por, entre otras películas, "Excalibur"), es un despliegue de una esquizofrénica sobrepoblación de sinsentido en cada plano.


Un producto setentero en todo el sentido de la palabra, la película, a través de una trama grandilocuente y muy ambiciosa, se basa en ritmos trepidantes, colores invasivos, planos compuestos de forma laberíntica y la actuación de Linda Blair y Richard Burton, que buscan liberar al mundo del mal que acechó a Reagan en la primera entrega.


Fue una de las películas que sepultó la carrera de Linda Blair, pero merece ser recordada: es un envolvente y adictivo ejercicio de lo absurdo.


Es interesante la reflexión sobre qué es lo que hizo que las dos scream queens de los setentas, es decir, Jamie Lee Curtis y Linda Blair, hayan tenido carreras tan distintas. Parte de la respuesta de por qué Jamie Lee Curtis trascendió y Blair no, es esta película.



2. El Inquilino (1976)


La trilogía de departamento de Roman Polanski está compuesta por la perturbadora y deliciosa "Repulsion" (1965), la monumental e insuperable "El Bebé de Rosemary" (1968), y "El Inquilino". Esta última es una película que retoma ciertos aspectos de la noción de terror que tan brillantemente plasmó en "El Bebé de Rosemary", pero con una audacia que lleva la trama más allá de la duda como elemento sugerido, elemento clave de "Rosemary", y se instala de plano en lo absurdamente terrorífico.


En "El Inquilino". el espectador se vuelve tan loco como el protagonista de la cinta, interpretado por el propio Polanski. Si en "Rosemary", el terror pasaba por lo que la cámara ocultaba, por el subtexto de los diálogos y la claustrofobia de su propuesta visual, "El Inquilino" es una película donde el caos mental se instala para llevar al espectador al límite de la cordura. Si en "Rosemary" y "Repulsion" el terror no tiene más explicación que las propias acciones de los personajes y los hechos representados en cámara, en "El Inquilino", la propuesta viene acompañada con una escalofriante reflexión sobre la fragilidad de la identidad psicológica, todo esto dentro de una trama que parece envolver a sus personajes en una maldición ancestral. Existe, en ese sentido, una riqueza de análisis que "Rosemary" y "Repulsion" no necesariamente tienen -o si la tienen, van más por lo psicológico que por lo dramático-. La historia del Inquilino es la historia de una maldición, de un personaje envuelto en una trampa metafísica.



3. Gore Whore (1994)


Gore Whore es la prueba de que para hacer una película de terror no se necesita nada más que una historia transgresora, una cámara, buenos actores, y visión artística. Presupuesto cero, nada de parafernalia ni de hollywoodenses efectos especiales. La violencia mostrada en la película tiene un carácter casi naturalista, realista, muy humano.


Cuenta la historia de una prostituta muerta, revivida por un científico loco, que emprende una sangrienta huida en búsqueda de su propia supervivencia. Para mantenerse "en vida", solo necesita alimentarse de sangre.



4. Café Flesh (1982)


Una película que se debate entre la pornografía y el cine. Pero es cine. En el futuro, los humanos están divididos en Sex Negativos y Sex Positivos. Los negativos se enferman si tienen relaciones sexuales, por lo que van al Café Flesh para ver a los positivos, que están obligados a actuar en el escenario para los negativos. Lana es una positiva a quien todos creen negativa, y debe decidir si revelar la verdad o no.


Una película post-apocalíptica que predice, con una lucidez que da en el clavo al anticipar sucesos históricos que llegarían a su punto álgido en los años siguientes: la crisis del SIDA, la hipersexualización de la sociedad, pero manteniendo un lado humano en sus personajes que la vuelven no solamente entrañable, sino cercana, muy cercana, a la realidad.



5. Jennifer's Body (2009)


Si bien no ha sido precisamente olvidada, porque, con el pasar de los años, ha ganado un estatus de culto, esta película mezcla humor, sensualidad, amenaza, violencia, de una manera fresca e inquietante a la vez.


El mejor (o el único buen) papel de Megan Fox en el cine, esta película sirve como un testimonial de su surrealista belleza, pero también sirve como un antecedente de todas las películas de terror que vinieron en los años siguientes, que colocan a mujeres en roles principales, bajo el pretexto del empoderamiento. Jennifer's Body no se trata de empoderamiento, se trata de sensualidad sangrienta y Megan Fox se adueña de la pantalla con una maestría que, como venimos diciendo, nunca pudo volver a replicar.



6. Halloween 3 (1982)


Un experimento fallido en todo sentido, Halloween 3 representó la apuesta de la productora responsable por renovar la saga que llevó a Jamie Lee Curtis al Olimpo de las Reinas del Terror, cambiando completamente la trama, desapareciendo a Michael Myers, e inventado una nueva historia sin ninguna relación con las películas anteriores.



Si bien el público no respondió positivamente a esta cinta, tiene más que una virtud. Primero, una profunda reflexión sobre el embrujo que, desde ya, representaban los medios de comunicación masivos en las mentes de los niños y la población en general, pero también, una visión perturbadora de los pueblos menos glamorosos de Estados Unidos, de lo aterrador de la precariedad.


En esta película, Conal Cochran, el malvado jefe de la Corporación Silver Shamrock, ha implantado en las nuevas máscaras de su compañía chips de computadora, cada uno con un pequeño fragmento de una roca robada de Stonehenge. En Halloween, cuando suene la melodía de Silver Shamrock, los planes de Cochran para la muerte de todos los que llevan las máscaras se harán realidad...


Obviamente la película fue un fiasco y para las siguientes de las sagas retomaron al personaje de Michael Myers. Fun fact: en una escena de "Broadway Danny Rose" de Woody Allen, mientras el personaje de Allen camina por Nueva York, en el fondo se ve un cine donde se exhibía esa cinta.



7. The final girls, 2015


De lejos, el más logrado de los homenajes contemporáneos al cine de slasher de los años 80. Una historia que se asienta en los cimientos de clásicos como "Viernes 13" o "Halloween", pero los reviste con una capa de novedad, de auto-consciencia, de emotividad.


Cuenta la historia de una joven, afligida por la muerte de su madre, una icónica reina del terror de los años 80, que se encuentra transportada al universo de la película más conocida de su madre. Juntas, deben enfrentarse al asesino maníaco de la película.


Cabe resaltar una brillante escena que usa la clásica canción "Bette Davis Eyes" como soundtrack. Un precioso, respetuoso y audaz homenaje.



8. It Is Not the Pornographer That Is Perverse...(2018)


Entre todas las películas que figuran en esta lista, esta es la única para la que sí hay que emitir una ADVERTENCIA. Ya que, por oposición a "Café Flesh", que muestra escenas sexuales gráficas sin ninguna censura, esta película de Bruce Labruce lo hace con una audacia desmedida, conjugando sexualidad desbordada con violencia desatada y pantagruélica.


Una película subversiva, inmoral, pero que da en el clavo de lo que significa la conjunción entre horror y erotismo, eros y tanatos, de una manera completamente libre y, a la vez, chocante.


Una película antológica compuesta por cuatro cortometrajes eruditos y pícaramente eróticos. La última sección es una espectacular alegoría del cine, la representación, la pornografía y el papel del espectador. Nuevamente: no es para todos.



9. Mother's Day (2010)


Un remake de una película de los 70, esta adaptación de Darren Lynn Bousman (director de varias entregas de Saw) presenta a una impecable Rebecca De Mornay como la matriarca de una familia de malhechores que regresan a su antigua casa para aterrorizar a los nuevos dueños y sus invitados.


Elegante, fría, despiadada, bella, demente en su rol, Rebecca De Mornay interpreta un papel que evoca a la señora Bates de "Psicosis", pero viva, dominante y completamente poseída por un deseo de venganza y destrucción. Impecable cinta de terror que conjuga dos miedos fundamentales de la humanidad: la invasión del hogar y la madre perversa. Un logro olvidado que merece ser reconocido.



10. El Inquisidor (1975)


Producción peruano-argentina de los años 70, El Inquisidor es una película casi completamente ausente de la memoria colectiva de los cinéfilos nacionales, si no fuera porque José Carlos Yrigoyen y Carlos Torres Rotondo la rescataron en su libro "Crimen, Sicodelia y Minifaldas".


Ojo: El Inquisidor no es una buena película, pero es una mirada inédita a la Lima de los 70, en el sentido en que, vista en la actualidad, no presenta un escenario que genere nostalgia, sino que despierta, en el espectador, temor por lo que, en el fondo, sabe que el pasado esconde. Películas como esta muestran que la maldad siempre ha acechado y que no todo tiempo pasado fue mejor.


Una película de explotación que, a pesar de su disparatada trama, hace gala de una impecable estética, sobre todo en sus escenas violentas. Imperdible por el despliegue de vestuarios, locaciones, y, en corto, por la ventana que abre hacia una Lima que hoy ya no existe.


Una historia de asesinos, de brujas, de víctimas, de misterios y engaños que se asienta en la mente del espectador como una máquina del tiempo hacia un mundo que la modernidad devoró.



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